Habla el negacionista Rubiales, el machista transmutado en defensor del feminismo, de “piquito”, insinúa que la deportista lo provocó al acercarle su cuerpo y que el beso fue consentido por la joven que, tras las delirantes declaraciones del egocéntrico dirigente, debió salir a aclarar que ella es la agredida. ¿Ah? Difícil encontrar un discurso más ofensivo, manipulador e incendiario que el pronunciado por este tipejo en la sede de la Federación, donde congregó a un corifeo de hombres y mujeres tan impresentables como él para que a punta de aplausos validara su sarta de improperios.
¿Cuál será la fórmula para erradicar por completo el feminicidio de Colombia? No sabemos si existe. Pero lo que sí está claro es que no se puede desistir en la tarea de articular y mejorar la atención a las advertencias de mujeres que buscan ayuda porque sienten que su integridad o su vida están en peligro.
El hecho de sangre que conmociona al deporte colombiano ocurrió en la madrugada de este domingo, 6 de agosto.
La joven duró hospitalizada durante aproximadamente dos semanas. El accidente se produjo pasado 8 de julio.
Un hombre de Estonia logró sorprender a los capitalinos con un ejercicio de equilibrismo.