Los trabajos fueron realizados por la Gobernación del Cesar.
El ataque ocurrió en el corregimiento de Potrerito. Las autoridades reportan cinco personas heridas.
Carlos Camargo, defensor del Pueblo, le pidió a los grupos ilegales muestras reales de voluntad de paz. En el ataque murieron dos personas y seis más resultaron heridas, entre ellas un menor de edad.
Los manifestantes rechazan la captura de varios miembros de esta comunidad, por presunta venta de droga.
Según la institución, los uniformados le dispararon cuando sacó un arma y los apuntó. Los manifestantes incineraron dos motos y los policías debieron salir de la estación.