Anticipar el futuro es clave en un momento de gran expectativa en el que se inicia un nuevo tiempo para ejecutar y en el que se hace necesario el diálogo y la concertación entre los distintos sectores para materializar iniciativas de infraestructura vial, férrea, fluvial y marítima que de una vez por todas nos encaucen hacia la intermodalidad.
Se trata de proyectos carreteros, aéreos y fluviales que, además de mejorar la conectividad y la competitividad de la región, impulsan el intermodalismo en el país.
El proyecto, que generará 4 mil empleos directos, contempla inversiones cercanas a los $4,3 billones para construir 79 kilómetros de segundas calzadas, 16 kilómetros de variantes y 8 intersecciones.
Los cráteres en la estructura que comunica a Barranquilla con Soledad dificultan el tráfico vehicular y el cruce de peatones, causando accidentes de tránsito en la zona.