El Pontífice hizo un llamado al pueblo iraquí al diálogo y la fraternidad, con el fin de que puedan resolver las dificultades actuales.
Los disturbios comenzaron cuando los partidarios del líder iraquí, Muqtada al Sadr, asaltaron el palacio presidencial en Bagdad luego de que el político anunciara su renuncia.
Una bombona de oxígeno explotó en el centro de salud destinado a aislar a los pacientes infectados por el coronavirus.
Las versiones iniciales apuntan a que hubo una explosión ocasionada por un cortocircuito.
En su visita a Mosul y Qaraqosh, dijo que 'este país se podrá reconstruir y logrará sanar los corazones destrozados de dolor'.