Las capturas tuvieron lugar en una operación llevada a cabo por la Policía Nacional y el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, en inglés) en colaboración con oficiales de Migración Colombia.
Los sujetos que conducían la embarcación hacia Centroamérica se dieron a la fuga en una motonave, abandonando a los pasajeros que transportaban.
La investigación interna reveló que el funcionario estaba cobrando a los solicitantes por servicios que debían ser tramitados exclusivamente a través de los canales oficiales de la entidad.
El ciudadano australiano tenía una orden de alerta emitida por la Alcaldía de Medellín.
Las nuevas medidas entraron en rigor el pasado miércoles 13 de marzo.