De acuerdo con el parte médico, el sumo pontífice continúa alerta y bien orientado.
Francisco continúa su actividad laboral, “leyendo y firmando documentos”, así como manteniendo “conversaciones telefónicas o con colaboradores cercanos”.
El papa no recibe visitas, ya que necesita “descanso absoluto” y sólo acceden a la habitación sus secretarios que le llevan algunos documentos.
El papa requiere tratamiento farmacológica adicional.
Se trataría de un nuevo caso de violencia vicaria, pues el sujeto habría cometido este acto violento tras una discusión con la madre de la víctima.