Se trata de Carlos Eduardo Pellegrín Barrera, obispo de Chillán desde 2006, así como Cristián Enrique Contreras Molina, obispo de San Felipe.
Los dirigentes católicos australianos se comprometieron el viernes a no tolerar más abusos pedófilos dentro de su Iglesia, pero rechazaron una petición de levantar el secreto de confesión cuando se trate de tales abusos.
La mayoría de las víctimas eran niños varones y muchos eran prepúberes, según el informe, que asegura que algunos fueron manipulados con alcohol y pornografía.
El religioso australiano, de 67 años, fue acusado de encubrir los abusos de un conocido cura pedófilo, Jim Fletcher, por lo que un tribunal lo declaró culpable en mayo por un máximo de dos años de cárcel.
Interpol y Europol capturaron a 38 personas que operaban en 15 países entre ellos Colombia, que intercambiaban imágenes y videos pedopornográficos a través de la aplicación Whatsapp de sus celulares.