Son tiempos desafiantes para ser niños y adolescentes. No significa que antes no fuera así. De hecho, todos los adultos pasamos por esa etapa con más o menos dificultades, cierto, pero en la actualidad existen nuevos agravantes, como la expansión de los desarrollos tecnológicos, que aunada a excesivas libertades adquiridas anticipan escenarios riesgosos. Sin el acompañamiento de padres, profesores o personas que sean conscientes de los peligros que los acechan, los menores transitarán por campos minados que más temprano que tarde los podrían destruir.
Derrame cerebral, diabetes, insuficiencia renal, serían algunas de las consecuencias, según estudio.
La emergencia se presentó en un inmueble frente al consultorio jurídico de la Universidad de Cartagena y fue atendida por la Oagrd.
La ciudadanía comparte cómo se ha visto afectada con la ola de calor y las fuertes lluvias de los últimos días.
Los insectos, que son considerados por muchos como una plaga, podrían ocasionar lesiones en el organismo.