En los parqueaderos de las empresas transportadoras de TPC hay más de 60 buses inmovilizados por falta de este documento. En pocos meses el número de buses sin circular puede llegar a más de 500.
El AMB habría tomado la decisión debido a que estas no pertenecen al Sibus.
Encaramos un callejón sin salida en el que se debe evitar, a toda costa, que los usuarios resulten perjudicados. Negarse a ser vigiladas o controladas, como pretenden las empresas que no se someten a las reglas de juego, actuando además de forma desleal con el resto de prestadores, revela un talante disociativo ante la exigencia de comunidades ansiosas de una flota renovada, integración de rutas, un solo medio de pago y de mejores vías y paraderos. En últimas, un servicio con los más altos estándares, en el que todos los actores del sistema actúen con coherencia, responsabilidad y transparencia, sin tensiones ni presiones que oculten intereses particulares. A nadie le cabe en la cabeza que unos pocos intenten frenar lo que es imparable y recomendable.
Las diferencias se agudizaron esta semana tras la decisión del Área Metropolitana de formular pliego de cargos por incumplimiento del proyecto. Podrían perder las licencias si no adoptan el sistema.
Piden a las otras compañías para que se sumen al proceso de transformación del transporte urbano en Barranquilla y su área metropolitana.