En diferentes barrios de la ciudad siguen esperando la implementación de las rutas.
En el vehículo de servicio público solo viajaban seis pasajeros, dos de ellos están heridos.
Caricatura del jueves 13 de junio de 2024.
A la espera de que su presión funcione para que gobiernos o autoridades desaparezcan como por arte de magia a los miles de conductores dedicados al transporte público individual sin estar avalados para ello, lo cual siendo honestos será poco probable, por no decir imposible, los taxistas equivocan su estrategia con los usuarios, su única razón de existir. Obligarlos a caminar kilómetros para llegar a sus destinos, como ocurrió este martes, solo ahonda su desconfianza o desafección hacia el gremio o los convierte en nuevos pasajeros forzosos de sus competidores.
Encaramos un callejón sin salida en el que se debe evitar, a toda costa, que los usuarios resulten perjudicados. Negarse a ser vigiladas o controladas, como pretenden las empresas que no se someten a las reglas de juego, actuando además de forma desleal con el resto de prestadores, revela un talante disociativo ante la exigencia de comunidades ansiosas de una flota renovada, integración de rutas, un solo medio de pago y de mejores vías y paraderos. En últimas, un servicio con los más altos estándares, en el que todos los actores del sistema actúen con coherencia, responsabilidad y transparencia, sin tensiones ni presiones que oculten intereses particulares. A nadie le cabe en la cabeza que unos pocos intenten frenar lo que es imparable y recomendable.