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Así como la década de los noventa fue conocida como la de la era digital y la del 2000 como la de la información, ésta del 2010 ya puede ser catalogada como la de la conectividad. Las redes sociales, la mensajería instantánea, el auge del video y el uso de aplicaciones están llevando a que la máxima preocupación del consumidor en materia de telecomunicaciones en la actualidad sea la de estar conectado a todo momento, desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo.

Expertos en el área de tecnología y telecomunicaciones como Servando Vargas, director de mercadeo de Alcatel-Lucent, afirman que las empresas de telecomunicaciones en América Latina realizarán inversiones por el orden de los 60,000 millones de dólares en los próximos cuatro años para mejorar la infraestructura móvil y lograr llevar la conectividad a todos los rincones de la región mejorando la calidad de los servicios que hoy se prestan.

Para Vargas, en el 2015 se alcanzará una penetración del 56%, con 350 millones de latinoamericanos con acceso a banda ancha inalámbrica.

Con cerca de 200 millones de usuarios a finales del 2013 y una penetración superior al 30%, la banda ancha inalámbrica no solo triplica a la fija en términos de conexiones sino que se convierte en una de las tecnologías que más impactan en el crecimiento de los países en la actualidad. 'De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo, hoy podemos afirmar que por cada 10 puntos porcentuales que crezca la banda ancha se generan aumentos de hasta del 3% en el PIB y del 2% en materia de productividad', señaló el directivo de la empresa de telefonía.

Servicios como Skype en materia de voz, WhatsApp en mensajería instantánea y Netflix en video están creando nuevos hábitos entre los usuarios, aumentando las necesidades de inversión por parte de los operadores y generando importantes contribuciones a los crecimientos económicos de los países de la región.

'La tecnología 3G seguirá siendo la que predomine en la región, pues la adopción de 4G LTE será gradual por las adecuaciones tecnológicas que se tienen que hacer, además de que algunos de los operadores demorarán sus inversiones en este campo hasta que recuperen parte de lo que han invertido en redes 3G y porque a nivel comercial los modelos de negocio están en sus inicios para LTE.', señaló Vargas y añadió que 'los operadores van a querer recuperar sus inversiones muy pronto pero los usuarios no están dispuestos a pagar más de lo que hoy pagan por sus servicios. Por eso calculamos que a 2015 en Latinoamérica 16 de los 800 millones de suscriptores de telefonía móvil estarán en 4G, es decir, una penetración del 2% en toda la región'.

A pesar de que la tecnología inalámbrica será la que predomine, la banda ancha fija también observará crecimientos positivos en Latino América, pasando de 65 millones de conexiones a finales del 2013 a 79 millones a finales del 2015. En esto tiene mucho que ver el desarrollo de nuevas tecnologías que potencian las redes actuales y las ponen a punto para prestar servicios de alta calidad con velocidades hasta de 100 Mbps por usuario, unas capacidades que se asocian a lo que hoy ya se conoce como Banda Ultra Ancha.

Pasar a la segunda fase

A manera de conclusión, Servando Vargas llamó la atención de los países de la región con respecto a la necesidad de seguir avanzando en los planes gubernamentales por llevar la conectividad y alcanzar un mayor impacto de las TIC entre toda la población.

'Se ha trabajado de manera importante y con buenos resultados en materia de conectividad y cobertura, debemos pasar a una segunda fase en la que los objetivos primordiales deben ser la calidad y alcance de los servicios', precisó el experto.

Finalmente Vargas sentenció que 'ya no bastará solamente con que la población esté conectada, sino que acceda a banda ancha de calidad para que pueda desarrollar temas como e-learning, e-health, e-commerce, trabajo a distancia, entre otros. Hay que hacer que las TIC tengan un mayor impacto en la calidad de vida de los latinoamericanos'.