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El Moto X Style llega con una pantalla de 5,7 pulgadas y resolución Quad HD (1.440 x 2.560 píxeles), un procesador de seis núcleos Snapdragon 808 (1,8 Ghz), tres GB de RAM, ac-WLAN y bluetooth 4.1 LE. La batería de 3.000 miliamperios tiene una función de carga rápida. Además, el teléfono de 179 gramos y entre 5 y 11 mm de grosor está protegido ante salpicaduras (IP52).

La cámara principal es de 21 megapíxeles (f/2,0) y lleva un flash doble LED, mientras que la frontal es de 5 megapíxeles (f/2,0) y lleva también un flash propio.

El Moto X Play tiene una pantalla de 5,5 pulgadas en resolución Full HD, un procesador de cuatro núcleos Snapdragon 615 (1,7 Ghz), 2 GB de RAM, n-WLAN, bluetooth 4.0 LE y una batería de 3.630 miliamperios. La cámara también es de 21 megapíxeles pero no tiene el doble flash ni otras funciones extra del otro smartphone. El X Play pesa 169 gramos y mide entre 9 y 11 mm de grosor.

Por su parte, el nuevo Moto G (tercera generación) pesa 155 gramos, lleva una cámara de 13 megapíxeles (f/2,0), una pantalla de cinco pulgadas HD y tiene la característica especial de ser resistente al agua, al menos durante una media hora y a un máximo de un metro de profundidad (IPX7). También el Moto G es curvado, por lo que su grosor va de 6 a 12 mm.

Con 1 GB de RAM y 8 GB de memoria sale a la venta por 249 euros en negro o blanco. Por 279 euros se pueden comprar variantes individualizadas con fundas de colores y 2 GB de RAM, así como 16 GB de memoria.

El Moto X Play sale a la venta en agosto en negro o blanco desde 349 euros (16 GB) y el Moto X Style en septiembre por 499 euros (32 GB). También se pueden adquirir versiones individualizadas a partir de 529 euros con la parte posterior de diversos colores y materiales, como cuero, madera o bambú. Todos los smartphones llevan el sistema operativo Android 5.1.1.