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Al menos 16 hospitales británicos fueron este viernes objeto de un ciberataque con un virus ransomware que obligó a desviar ambulancias y a suspender citas rutinarias, informó el Servicio Nacional de Sanidad (NHS, en inglés).

'Ciertas organizaciones del NHS informaron a NHS Digital que se vieron afectadas por un ataque informático' que obligó a cancelar citas médicas, dijo el departamento en un comunicado.

Un portavoz del hospital Saint Bartholomew de Londres dijo que estaban sufriendo 'problemas informáticos graves' y retrasos en sus cuatro establecimientos.

'Hemos activado nuestro plan para incidentes mayores para asegurarnos de mantener la seguridad y bienestar de nuestros pacientes', explicó.

'Lamentamos tener que cancelar citas rutinarias', añadió el portavoz, precisando que habían desviado sus ambulancias a otros establecimientos.

El Centro Nacional de Ciberseguridad está asistiendo en la investigación del incidente, aparentemente provocado por la transmisión de un virus llamado Wanna Decryptor, afirmó.

Prácticamente a la misma hora, varias compañías españolas, entre ellas el gigante de las telecomunicaciones Telefónica, fueron también víctimas de un ciberataque con un virus del mismo tipo que el británico, sin que se sepa si ambos incidentes están conectados.

El Centro Criptológico Nacional (CCN) español, la división de los servicios de inteligencia encargada de la seguridad de las tecnologías de la información, aseguró que se trata de un ataque masivo de ramsomware, que afecta los sistemas Windows cifrando todos sus archivos y los de las unidades de red a las que estén conectados.

El ransomware es un pequeño programa informático, que se suele ocultar en un fichero de apariencia anodina. Una vez infectado, el usuario no puede acceder a sus ficheros mientras no pague un rescate.

Dos empleadas del hospital, que pidieron no ser identificadas, explicaron a la AFP que les pidieron apagar todos los ordenadores e incluso el wifi de nuestros teléfonos.

'Los ordenadores no funcionan', añadieron, aclarando que el problema no tiene ningún impacto en los pacientes.

Sin embargo, Caroline Brennan, una mujer de 41 años estaba en el Hospital de Saint Bartholomew para ver a su hermano, recién operado a corazón abierto, explicó a la AFP los problemas que le ocasionó el ciberataque.

'Hasta hace unos minutos no nos dijeron que estaba vivo y bien', explicó, casi diez horas después del fin previsto de la intervención.

'Llegamos a mediodía y nos dijeron que todavía lo estaban operando, cuando se suponía que iba a acabar todo a las 8 de la mañana'.

'Luego, a las 13H00, nos dijeron por primera vez que había habido un problema, que el sistema se había estropeado y que no podían trasladar a nadie hasta que se resolviera, por lo que estaba todavía en el quirófano', explicó.