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Una extraña especie de mariposa endémica vive entre la zona limítrofe protegida de los Parques Nacionales Naturales de la Sierra Nevada y su entorno.

Este insecto que al posarse se ve marrón y al desplegar sus alas pasa de azul eléctrico a violeta, cambia de color con la luz por su cualidad iridiscente. Morpho Rhodopteron, es el nombre de esta especie en peligro de extinción, que habita en una zona 'amortiguadora' de la Sierra Nevada, conocida así, por ser la delgada línea existente entre la zona de reservas protegida por el Estado y la zona intervenida para las actividades humanas.

Poco es lo que se sabe de esta especie, salvo que en el mundo solo se ha visto en San Lorenzo, parte norte de la Sierra Nevada y Nabusímake, un caserío indígena ubicado al sur.

El descubrimiento de la mariposa en el año 1880, se les atribuye a los expedicionarios y naturistas, Frederick DuCane Godman, y Osbert Salvin. De acuerdo a esos antecedentes estudiados con anterioridad, la Morpho Rhodopteron es la única especie endémica del género morpho en Colombia, restringida a la Sierra Nevada de Santa Marta.

Después de muchos años sin ninguna información sobre la mariposa, el Doctor en ciencias biológicas, Carlos Prieto Martínez, descubrió una nueva población, mientras se desplazaba por la carretera que conecta a los municipios de San Pablo con San Javier, a 32 km de Ciénaga Magdalena.

Prieto, junto a un equipo de Sistemática y Conservación de la Universidad del Atlántico, conformado por los estudiantes de último semestre de Licenciatura en Biología y Química, Jesús Ochoa y Keila Escorcia, y el estudiante de sexto semestre de Biología, Jefferson Duran, desarrollaron un proyecto que busca estimar parámetros poblacionales, educar ambientalmente y monitorear para la restauración del ecosistema de la especie, que desde el año 2007 está considerada en peligro de extinción por el libro rojo de invertebrados terrestres de Colombia.

'El proyecto se basó en el monitoreo de una especie de mariposa única en el mundo, que solo vive en este país, específicamente en la Sierra Nevada, si desaparece afectaría toda la cadena trófica, porque las mariposas no sirven para decorar, son insectos polinizadores', dijo Jesús Ochoa, uno de los participantes del proyecto.

La importancia de estos insectos en los ecosistemas según el estudiante, se debe a la polinización, ese proceso que hace posible la germinación de las semillas y por consiguiente los frutos, a través de la transferencia del polen desde los estambres hasta el estigma y los angiospermas, lugar en el que fecundan los óvulos de la flor.

Durante la primera fase del proyecto se realizó un conteo para determinar la cantidad de integrantes de la especie que habitan en San Javier, municipio ubicado a 1550 Mts de altura. 115 mariposas en un año, fueron el resultado de este conteo, en el que prepondera un hecho preocupante: es un número muy bajo para tratarse de insectos.

El principal problema que atraviesa esta exótica especie nativa en el macizo montañoso litoral más alto del mundo, es la deforestación y la destrucción del ecosistema. Según Keila Escorcia, esta mariposa pone sus huevos en un grupo de plantas llamadas Chusquea sp., conocida como guadua o bambú, las plantas son taladas con frecuencia afectando su hábitat. 'Encontramos que la deforestación está acabando con el bosque, al ser este lugar tan biodiverso, uno pensaría que está protegido totalmente, pero no. La mariposa no vive en el área protegida del parque Nacional Natural Sierra Nevada, está en la zona de amortiguación, por ende todo el bosque puede ser comprado y talado sin problema alguno', comentó Escorcia.

Por ello, estos jóvenes encontraron por medio de la pedagogía la mejor manera de salvaguardar la particular especie. 'No se le puede pedir a la gente que preserve algo que no sabe que existe', son las palabras de Jefferson Durán, otro de los investigadores, quien señala, que educando sobre la importancia de cuidar las especies en peligro se puede proteger la biodiversidad.

El proyecto que concluyó su primera etapa, ahora busca recursos para iniciar una segunda fase sobre educación ambiental, mediante un trabajo con la comunidad.

'Muy pocos proyectos de preservación se apoyan. Buscamos financiamiento para continuar investigando a las mariposas y aprendiendo ecológicamente de ellas. El resultado en el municipio fue muy bueno, una vez me dijeron ¡Hey tú, el de las mariposas!, acabé de ver una Morpho Rhodopteron en la quebrada, y al acercarnos efectivamente era una. La gente ya identificaba a la especie.

Datos de la investigación

El estudio que tenía como objetivo hacer una estimación poblacional de la especie durante la primera fase del proyecto, culminó con un conteo de 115 Morpho Rhodopteron. Los participantes en la investigación utilizaron sensores y equipos especializados con los que lograron detectar la temperatura e intensidad lúminica en la zona. A partir de esto, se pudo determinar que la hora promedio de vuelo de la mariposa es desde las 9:00 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde y se les ve seguido en la zona bordeando carreteras, entre cauces de quebradas.

'Desde febrero del Año pasado, hemos estado marcando las mariposas para saber cuántas hay. Las capturamos, las marcamos, las soltamos y luego de soltarlas tomamos la temperatura e intensidad con la que pega la luz en la zona', manifestó Jesús Ochoa.

El equipo de estudiantes busca recursos para continuar la segunda fase, con planes de educación ambiental y concluir con un programa de monitoreo y restauración para proteccion de esa rara especie.