Un gran debate se ha suscitado tanto en las redes sociales luego de que al saliente presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la red social Twitter decidiera bloquearle la cuenta por 'incitar las protestas violentas en Estados Unidos'.
Pero no fue solo Twitter la que bloqueó a Trump, lo mismo sucedió con su cuenta en Facebook.
'Esta es una situación de emergencia y estamos tomando las medidas de emergencia apropiadas, incluida la eliminación del video del presidente Trump', dijo el vicepresidente de integridad de Facebook, Guy Rosen, en un tuit.
Ante ello varias personas se han pronunciado sobre el poder que tienen las redes sociales para limitar la ‘libertad de expresión', aunque otros consideran que por ser redes pertenecientes a empresas privadas no están cometiendo ningún tipo de delitos.
Farid Ahumada, experto en marketing ditigital y redes sociales, explica que evidentemente las redes sociales tienen un gran control sobre lo que se dice y reproduce en ellas, pero que los usuarios tienen la opción de leer los terminos y condiciones y decidir si aceptan o no lo que ahí les 'imponen'.
'Cuando se crea una red social se debe ser consciente de que uno acepta términos y condiciones, si no se está de acuerdo con ellas simplemente no acepta, pero las redes siempre dan esa opción. El asunto es que muchos no se toman el trabajo de leer', asegura.
Aunque, lejos de si se está de acuerdo o no con la actitud de Donald Trump, varios mandatarios salieron al paso del accionar de las redes sociales y calificaron como censura el bloqueo registrado al saliente mandatario de los estadounidenses. Uno de ellos fue el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien condenó los hechos y dijo que nadie en el mundo debía ser censurado.
Aunque ante ello Twitter argumentó que su decisión fue tomada porque consideraba que los mensajes de Trump eran 'violaciones a las reglas de la plataforma sobre integridad cívica'.
La cuenta del mandatario norteamericano tenía cerca de 88 millones de seguidores.
Daniel Gónzalez, experto en redes sociales, afirma que, que lejos de lo que se pueda pensar sobre Donald Trump, las redes sociales deben ser vigiladas porque su comportamiento va en línea de lo que podría considerarse una 'dictadura' bloqueando la libertad de expresión.
Aunque también admite que las redes sociales Las redes 'no son un foro público, sino un espacio de carácter privado en el que los usuarios se sujetan a las normas internas establecidas por la plataforma correspondiente'.
Para Gónzalez, 'las plataformas establecen, más allá de los límites legales, sus propias normas y mecanismos internos de moderación de contenidos'.
Existe el muy recordado documental de Netflix, El dilema de las redes sociales, donde se toca el poder que tienen estas plataformas para recopilar la información de sus usuarios y luego utilizarla para enviarles publicidad y en algunos casos ser capaces de determinar la conducta de los individuos.