Los inventos futuristas de la década de los 80’s cada día se hacen realidad. La impresión 3D fue uno de ellos, y esta consiste en reproducir cualquier tipo de objetos con volumen a partir de un prototipo diseñado en un computador. Esta tecnología apenas llega al país y Barranquilla es una de las ciudades en donde se pueden usar esta técnica que revoluciona el mundo del diseño y las ingenierías.
El proceso para la elaboración de figuras tridimensionales se realiza a través de la fundición de capas en distintos materiales (polímeros, yeso, plástico, suaves o duros y resistentes). La máquina sigue las formas del modelo e imprime una capa sobre la otra hasta terminar el producto.
Luis Aguilar, director comercial de 3D en Barranquilla, explica que ellos utilizan un polímero que no es tóxico, ideal para que los niños que exploran su imaginación, puedan recrear cualquier cosa sin correr riesgo.
'Hemos encontrado un polímero que ha logrado hacer los injertos de colores que no sean derivado del petróleo, sino que son tintes de productos alimenticios, lo cual garantiza que nuestras bovinas no liberen tóxicos, ni olores al proceso del a impresión', dijo Aguilar sobre esta iniciativa que se expande sobre Barranquilla.
Después de escanear tu rostro en The Bobble Shop puedes imprimirlo en un figurín prediseñado.
La finalidad es producir nuestros propios objetos
Y es que esta tecnología no fue diseñada solo para el uso industrial, empresas como Ford, Nike, Hasbro o Hershey´s son conocidas por el uso de este sistema, sino para que cualquier persona pueda diseñar un tornillo o accesorio de escritorio, por ejemplo.
'Lo único que necesitan las personas es la imaginación. Mientas tú puedas llegar a dominar cualquiera de los software, ya lo único que necesitas es explorar tu imaginación y generar las piezas que quieras. En una analogía podemos ir al tiempo cuando el Homo Sapiens se diferenció del Homo Neandertal, cuando logró crear sus propias herramientas', aclara el director de 3D.
Tipos de impresora en Barranquilla
En la ciudad se pueden conseguir tres tipo de impresoras 3D. La Witbox, de fabricación española, es la impresora doméstica con mayor volumen del mundo, ya que permite crear objetos de hasta 20 centímetros y cuyo precio oscila entre los cuatro y cinco millones de pesos.
La Prusa es una versión mucho más económica, con un costo entre el 1’200.000 y 1’500.000 pesos, debido a que su comprador debe ensamblar las piezas y ‘meterse’ de lleno en el tema del diseño. También existe la posibilidad, si tiene el dinero, de adquirir una franquisia de The Boblle Shop -entre 25 y 30 millones- la cual sirve para crear figuras con el rostro de personas, ideal para recordatorios de cumpleaños o matrimonios.