Grandes eventos deportivos como el Mundial de Fútbol, el Super Bowl o el torneo de Wimbledon atraen miles e incluso millones de espectadores. La victoria de Argentina contra Francia durante la final de Qatar 2022 alcanzó una audiencia de 1,5 mil millones de espectadores. Y los Juegos Olímpicos que se llevan a cabo en París, es el evento más visto de todos, se estima que los juegos de Tokio en 2021 reunieron a alrededor de 3 mil millones de espectadores.
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Esto eventos representan una gran oportunidad para los cibercriminales. Durante la década pasada, el número de ciberataques enfocados a eventos masivos se ha consolidado, incrementando de 212 millones de ataques documentados para los juegos de Londres 2012 al impresionante número de 4,4 mil millones de ciberamenazas durante los juegos de Tokio 2020.
Estos ataques tienen usualmente motivaciones financieras, como estafas, fraude digital o el robo de los datos personales de asistentes, espectadores y patrocinadores. En su emoción, los fans ansiosos pueden llegar a omitir los riesgos potenciales al comprar entradas, buscar hospedaje o comprar souvenirs, lo que los convierte en blancos fáciles para los cibercriminales.
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Otros, desesperados por ver ciertos eventos, se ven atraídos por los sitios maliciosos que ofrecen acceso gratuito, solo para ver sus dispositivos vulnerados o sus datos personales robados. Y con todos los medios de comunicación enfocados en el evento, los cibercriminales con su propia agenda política están buscando grandes audiencias para distribuir su mensaje e irrumpir el servicio de algún sitio importante o dar de baja servicios críticos.