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El estribillo bullicioso y melódico de El Negro y Ray, del popular Viernes para Recordar, de Jairo Paba; el crujir del hierro sobre el hielo en los carritos de raspao; el 'aquíiiiiiii suena' rampante y vacile de los picós esquineros; un 'sisa' al aire; la gallina jabá, de Cheverísimo; una Tumba Techo con color a champeta; el jingle de Eeeemisora Atláaantico; la galleta griiiiega, griiiiega; la luniiiita morenín morenona de Esthercita… la mezcolanza de sonidos provinciales del Caribe cotidiano en el que se encuentran ancladas la Arenosa y sus brisas decembrinas ahora es canción.

El abecedario de sonidos con el que se levantan y se acuestan los barranquilleros es la nueva diversión de los nuevos exponentes de la música tradicional contemporánea, de la sicodelia que exponen agrupaciones como Frente Cumbiero, Colectro, Locos por Juana, DJ Orión, Don Alirio, Monosóniko, Sicotrópico, Femputadora y Simón Mejía, de Bomba Estéreo.

Las rutinarias sonoridades que envuelven el carácter colorido de Curramba han sido mezcladas por estos grupos para crear música a partir de ellas. Una invitación de sus amigos de #todomono a la que no se pudieron negar.

'Hay referentes mundiales en países donde se rescatan los sonidos y ruidos de la calle y los músicos las intervienen y toman canciones, como México y Perú', cuenta Johnny Insignares, quien junto a Fernando Vengoechea juega a ser parte los Mono, como se conoce popularmente a los integrantes de esta propuesta de diseño inspirada en las calles, la gente y los cuentos del Caribe.

Así que fueron coleccionando registros sonoros del guardarropa costeño para darle forma –y eco- al proyecto que iniciaron a comienzos de este año, con una pequeña biblioteca musical de sonidos que rescataron de la pregones de la calle, comerciales de televisión y cuñas de radio; coros y estribillos de temas insignes de artistas de la ciudad.

Del experimento resultaron nueve temas que, desde el jueves anterior, han sido subidos paulatinamente a esta plataforma, donde están disponibles para que el público los descargue gratuitamente, los incluya en su lista de reproducción personal o grabe un CD para regalar. 'Barranquilla nos regala sus sonidos y se los devolvemos convertidos en música', subraya Vengoechea.