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La plaza de la Aduana, literalmente, no se sentó. La música de ChocQuibtwon y el grupo escocés Salsa Céltica, de Berth Orthon y Rodrigo Rodríguez, sacaron de sus sillas a los presentes.

La novedad para muchos asistentes fue el grupo cubano escocés Salsa Céltica.

Era increíble ver a unos salseros de piel que poco conoce el sol y que más bien parecían gerentes de bancos, tocando y cantando, 'oye mamita linda', o 'vamos a gozá', al son de música latina, combinada con instrumentos de su país.

Una de las cantantes era una rubia que tocaba el violín y bailaba al ritmo de una descarga salsera. Se veía rara, pero sonaba magistral. Tanto que la gente bailaba y le acompañaba con las palmas.

No es un grupo nuevo. Se creó 1966 y es una fusión de música latinoamericana con escocesa, que ha estado en varios países del mundo.

En Cartagena fueron bien acogidos. Una vez se bajaron de tarima, un mundo de gente se le vino encima a preguntarles intimidades de su orquesta y a comprarle discos compactos.

Pero el rey de la noche fue el grupo de Chocó. Desde su aparición en tarima se produjo una electricidad entre los asistentes del concierto.

La primera canción, ChocQuibtwon paró a la gente, que coreaba y bailaba su ritmo.

En un momento, al inicio, hablaron del 'meque', al son de champeta. 'Para los que me entienden', dijo el cantante Miguel 'Slow' Martínez, pero era evidente que había muchos extranjeros y gente del interior del país, que no conocen la 'movida' Champetera.

Igual el grupo musical se encargó de decirles cómo se debían mover y cómo seguirlos en las canciones. El espectáculo terminó pasada la medianoche.