Además de la muestra oficial de filmes, la gran apuesta del Festival Internacional de Cine de Barranquilla son los cineastas emergentes, aquellos que están tratando por todos los medios posibles de llevar sus historias a la gran pantalla.
Por ellos es que existe el Baqlab, el Laboratorio de Desarrollo de Proyectos Cinematográficos que busca asesorar a los realizadores audiovisuales en sus proyectos, ya sean largometrajes o cortos, con la ayuda de expertos nacionales e internacionales que comparten su conocimiento en sesiones personalizadas y clases magistrales.
'Para nosotros es importante, más que el solo hecho de traer gente, vincular a la ciudad y al Caribe colombiano con todo el circuito cinematográfico mundial. Creemos y estamos seguros de que es una industria que nace', cuenta Jorge Mario Suárez, director académico Baqlab.
Este se compone de tres núcleos: #tengounapelícula, serie de charlas sobre presentación de proyectos cinematográficos; Una corta semana, maratón de creación de cortometrajes en donde participan grupos de estudiantes de tres instituciones locales (Uninorte, Uniautónoma y Escuela Distrital de Artes); y el laboratorio de desarrollo de proyectos.
En este último, nueve proyectos de diferentes países fueron elegidos por su potencial para que sus directores y productores reciban asesorías en temas que les ayudarán a volver realidad su visión: guion, sonido, pitch, producción, postproducción y aspectos legales, entre otros.
Todo esto de la mano de Diego Corsini (director, productor y guionista de cine y TV, nacido en España pero radicado en Argentina), Patricia Renjifo (colombiana experta en aspectos legales de la producción audiovisual), José Ángel Esteban (guionista y periodista español nominado a los premios Goya), Diego García Moreno (director y productor colombiano de cine y video documental) y Daniel Werner.
Este último, argentino que se ha desempeñado en diversos campos de la producción cinematográfica a lo largo de su carrera, considera que esta es una oportunidad para que los realizadores vean si su proyecto es factible, y si no lo es, ver cómo hacer para que lo sea. 'Es una instancia en donde alguien les pone los pies en la tierra a los nueve proyectos para mejorarlos', comenta, y añade que 'teniendo en cuenta que son de países diferentes, en cada uno de ellos es fundamental mostrar la identidad que tienen, mostrarlos como únicos'.
Steven Morales Pineda (barranquillero) y Luis García Díaz (caleño) dirigen y producen el proyecto audiovisual Cartas al ocaso, que quieren rodar en Barranquilla y Puerto Colombia.
'El interés de venir al Ficbaq es hacerle sabe a la gente que hay una historia que se puede hacer acá, que puede fortalecer la industria costeña, y que reciba las asesorías pertinentes para que siga creciendo, se alimente, vaya a otros laboratorios internacionales', cuenta Luis García.
'Es momento de empezar a crear esa identidad del cine costeño. Vimos esa ventana en el Ficbaq y quisimos aprovecharla presentando el proyecto', añade Steven Morales, quien considera que es necesario llegar a las asesorías con la mente abierta. 'Estas ayudan a dimensionar más el proyecto y a que llegue más sólido a la fase de preproducción y producción'.
De igual forma piensa Lucía Perona, joven argentina que vino al Baqlab con el proyecto venezolano Matilde. 'Ha sido muy enriquecedor, las asesorías son una oportunidad increíble para poner en discusión muchas cosas con profesionales que están aquí dispuestos a ayudarnos', opina.
Para ella, el valor de la experiencia en el Ficbaq no solo les ha ayudado a replantear aspectos de su idea original, sino que además disfrutan el ambiente creativo que se vive en el festival.
Para Jorge Mario Suárez y todos los miembros del equipo del Ficbaq, el futuro de este festival y muchos otros está en estos jóvenes. 'Para nosotros sería ideal que todos los proyectos que tenemos en Baqlab de este y el año pasado en unos años se estrenen en el festival. Sería como cerrar un ciclo'.