Del verde de la naturaleza se vistieron ayer las reinas nacionales e internacionales de la Ganadería en la Bahía de Cispatá, del municipio de San Antero, Córdoba en las estribaciones del flamante Golfo de Morrosquillo. Las beldades recorrieron la espesa zona de manglares de donde los pescadores artesanales sacan su sustento diario.
El acto central fue la liberación de 32 caimanes aguja por parte de las candidatas. Cada una liberó un animal. Esto se dio luego de haber recorrido los diferentes caños que conforman la reserva natural que es preservada por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y el San Jorge (CVS).
Temprano las beldades partieron desde la capital de Córdoba y durante el recorrido apreciaron las miles de hectáreas de los valles del Sinú en donde se cría el ganado al igual que donde se cultiva todo tipo de productos agrícolas.
Al llegar a la bahía la sensación no pudo ser mejor, las jóvenes quedaron abismadas con la tranquilidad de las aguas que hacen su entrada a la tierra formando el accidente geográfico. Los manglares, hábitat de todo tipo aves y peces, también causaron admiración en las chicas.
Todas se mostraron entusiasmadas con la liberación de los caimanes. Una de las más nerviosas fue la representante de República Dominicana, Birda Massiel Trinidad, quien necesitó aliento de sus compañeras para tomar en sus manos al ejemplar. Antes de esto las chicas recibieron una charla sobre la preservación de esta especie de caimán, lo cual es el programa piloto de la CVS en la reserva Amaya, en San Antero.
El calor humano de los habitantes de este municipio limítrofe con el departamento de Sucre, y en donde anualmente para la época de Semana Santa se realiza el Festival Nacional del Burro, no se hizo esperar.
Lo primero que le mostraron fue su música. Grupos de pitos y tambores pusieron a bailar a las reinas a quienes no les importó la alta temperatura de este pueblo costanero y movieron sus hombros demostrando la alegría que les causó visitar a este rincón de Córdoba.