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El vallenato, más que un género, ha trascendido a lo largo de los años como la herencia que han dejado los grandes juglares a las nuevas generaciones musicales: el verseo y los cánticos del ayer inspirados en las historias de los pueblos, los amoríos y las parrandas con los compadres de sol a sol.

Es por ello que para exaltar el legado del vallenato tradicional, clásico y raizal, la fundación Dinastía Vallenata realizará hoy sábado, a las 9 de la mañana, el primer encuentro nacional de amantes de la música vallenata tradicional.

El evento se llevará a cabo en Santa Marta, en el auditorio Madre Margot, Claustro San Juan Nepomuceno, —ubicado en la carrera 2 con calle 16, antigua Casa de la Cultura— y hará homenaje en su primera versión al compositor Camilo Namén Rapalino. Este último, autor de clásicos como Mi gran amigo, De la misma manera, El pechiche, La cometa loca, Recordando mi niñez, Recuerdos de mi pueblo y La ceiba del puerto, entre otros.

'El reconocimiento me lo están haciendo por ser un cantautor de música vallenata autóctono. Yo compongo historias vividas y escribo los diálogos de lo que sucede en los pueblos. Soy un historiador', expresó Camilo Namén, oriundo de Chimichagua, Cesar, durante la visita que hizo a EL HERALDO en compañía de sus dos hijos, Camila y Camilo Namén Castillo.