Aunque nació en La Habana, Cuba en 1952 se considera de Puerto Rico, el país al que emigró en 1972 y donde todavía reside. Al poco tiempo de llegar se integró a la vida cultural y la actividad social ejerciendo el periodismo en diversos medios de comunicación. Algo particular en su estilo narrativo es la gama de temas que aborda: la música de su entorno antillano y otras vertientes del mundo (antes de dedicarse a la ficción literaria, escribió crónicas sobre espectáculos musicales y también columnas de critica como la que sostuvo por años en el periódico El Nuevo Día y que fueron después recopiladas y publicadas con el título Aguaceros dispersos). También las religiones afrocaribeñas y el erotismo forman parte fundamental de su universo creativo. La crítica la considera una de las voces más importantes del panorama literario hispanoamericano. En 2010 la Universidad de Puerto Rico le otorgó un doctorado Honoris Causa como tributo a su fecunda carrera.
Mayra Montero debutó como novelista con La trenza de la hermosa luna en 1987, pero el reconocimiento le llegaría con La última noche que pasé contigo, finalista del prestigioso premio de literatura erótica La Sonrisa Vertical que ganaría en el año 2000 con Púrpura y profundo. Antes, en 1995, su obra Tú, la oscuridad había sido elogiada por la crítica, premiada en su país y logrado un considerable registro de ventas. La mayoría de sus libros han sido traducidos a varios idiomas.
Otro aspecto interesante de esta escritora es su compromiso político, en diversas ocasiones ha manifestado su apoyo incondicional a la independencia de Puerto Rico, incluso en su discurso de aceptación del doctorado Honoris Causa reiteró su posición al respecto: 'No sería responsable ni consecuente de mi parte ignorar en un día como hoy, el momento difícil que atraviesa la institución que nos hace doctoras. No merecería yo este doctorado, si no abrazara con él a los profesores, a los estudiantes, al personal no docente y al edificio moral que sustenta nuestra más alta institución educativa. No sería yo quien soy, si no dijera que el doctorado, el honor y la causa es de ellos, de los que saben defenderla'.
Quizá debido a los premios o al capricho de la crítica, Mayra Montero viene considera siempre como una escritora erótica, pero a ella esta etiqueta le parece injusta y no ha perdido ocasión para subrayar que solo dos de sus libros pertenecen a este género y que en su opinión es injusto que la encasillen teniendo su trabajo tantas otras vertientes como el aspecto histórico abordado en El caballero de San Petersburgo (publicada en 2014 y que tiene por protagonista a Francisco Miranda, el precursor de la independencia americana). Al respecto ha confesado que quedó impresionada con la figura de Miranda y el hecho de que su importancia haya sido oscurecida por la sombra de Bolivar: 'Me parece muy triste el desconocimiento que se tiene de Francisco Miranda en América Latina con excepción de Venezuela, lo considero el primer combatiente internacional de nuestra historia y un personaje imprescindible para entender el proceso que culminó con nuestra independencia'.
A pesar de vivir hace más de cuarenta años de vivir en Puerto Rico, Mayra Montero sigue ligada a su familia en Cuba, país que visita con cierta regularidad y del que ha dicho que 'cada día aumentan las contradicciones'. En su opinión las autoridades cubanas deberían afrontar la situación en modo más abierto para así tener la coherencia que el pueblo exige, sobre todo en materia comercial. Ante la pregunta, en una entrevista reciente, de si existía la posibilidad de que escribiera un libro sobre la Cuba contemporánea se mostró tan parca como ante la eventualidad de regresar al género erótico del que dijo: 'Su auge es más un fenómeno de mercadeo norteamericano y como todos los fenómenos de masa me producen desconfianza'.
