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La normalidad de la lectura de novelas eróticas ha alcanzado su máxima expresión gracias a la historia de un hombre de negocios con un pasado colmado de sombras y una inexperta e inocente joven.

Seis sexólogos analizan el fenómeno literario y cinematográfico de Cincuenta Sombras de Grey, responsable de nutrir el deseo sexual de millones de personas con una combinación de sexo y romanticismo.

El psicólogo José Manuel González, experto en terapia de pareja y sexualidad; la doctora Berta Fornés y el psicólogo Manuel Fernández, sexólogos clínicos autores del libro 100 preguntas sobre sexo; Helena Angel, psicóloga, terapeuta sexual y de pareja del Instituto de Estudios de la Sexualidad y la Pareja de Barcelona; Norma Román Urtiz, psicoterapeuta y terapeuta sexual de la Fundación Sexpol (Madrid); y José Bustamante, psicólogo especialista en sexualidad y pareja, y autor del libro ¿En qué piensan los hombres?, hacen un análisis desde una perspectiva sexológica.

¿aporta a la salud sexual?.

Nutre las fantasías, el deseo y la estimulación, según la opinión generalizada de los expertos consultados. Helena Angel sostiene que 'el libro describe muy bien las escenas explícitas y eso ayuda a cultivar la parte más erótica de la imaginación'.

Para José Manuel González, la cinta se presta para la discusión con la pareja, permitiendo considerar nuevas opciones, posibilidades y actividades. 'Eso abre nuevos panoramas y puede ser constructivo si se lee con una mente adulta', señala el experto, quien añade que esto puede enriquecer la vida sexual al explorar nuevas situaciones.

José Bustamante subraya que su principal aportación es dar visibilidad al erotismo, lo que posibilita que se le pueda dedicar 'un espacio sin culpa' y se compartan aspectos de la sexualidad con la pareja.

Berta Fornés resalta como positivo que se muestren distintas prácticas sexuales en las que el lector nunca había reparado y que le puedan resultar llamativas.

Sin embargo, la sexóloga advierte que la lectura tendría un efecto negativo si se traduce en 'buscar erróneamente que las relaciones se basen en el sadomasoquismo para experimentar las sensaciones que se describen' e incluso creer que la sexualidad de la persona 'es insulsa o incompleta sin estas prácticas'.

La inclusión del sadomasoquismo en esta historia ha hecho algo más que despertar el interés de algunos lectores. Bustamante acentúa que la popularización de fantasías BDSM (acrónimo que se refiere a Bondage; Dominación y Disciplina; Sadismo; Masoquismo) ha supuesto que 'a quienes les gusta realizarlas o fantasear con ellas dejen de sentirse bichos raros, viciosos o con un pensamiento que tiene que ser necesariamente patológico'.

Por otro lado, José Manuel González añade que 'no es un libro para niñitos. Una persona inmadura, que no ha vivido la vida, puede inclusive confundirse, enredarse y meterse en líos'.

Cuatro de los sexólogos insisten en que este tipo de lecturas pueden generar falsas expectativas. Las comparaciones siempre fueron odiosas, por ello, las esperanzas derivan hacia la frustración 'si el lector compara su vida sexual con la de los protagonistas del libro', sostiene Manuel Fernández; unas situaciones que se pueden evitar al 'tener claro que las novelas son ficción', afirma Helena Angel, y no 'comparar ni exigir a la pareja que actúe como el protagonista'.

Por su parte, Norma Román precisa que aunque aumenten el deseo y la excitación, estos libros no deben utilizarse como manual de instrucciones. Y advierte que 'repiten estereotipos poco sanos para el desarrollo de la igualdad de género y pueden contribuir a mantener ideas poco realistas del amor.'

En definitiva, 'en los mejores casos puede incrementar temporalmente el deseo sexual', apunta Manuel Fernández, y matiza que no tiene por qué pasar de un 'calentón' fantasioso.

¿Por qué ha tenido éxito?. Entre los ganchos principales: la admiración y temor de la protagonista hacia Grey; el hecho de que él sea un fenómeno sexual, que además disfruta viendo cómo ella descubre el éxtasis sexual; la fantasía de dominancia-sumisión; y el romanticismo, afirma Manuel Fernández.

La aceptación generalizada que ha rodeado a la trilogía ha impulsado el reconocimiento de la lectura de libros eróticos entre el público femenino, asegura Berta Fornés, quien precisa que parte de su éxito se debe a 'la gran transmisión boca a boca' sumado a que contiene ingredientes que facilitan la identificación y la atracción.

Norma Román destaca como elementos cruciales el mercadeo, el amor ganador y 'la atracción a lo prohibido', con prácticas no del todo aceptadas culturalmente como el BDMS.

Para Bustamante el componente del sexo, por el que 'muchas mujeres que antes no lo hacían, se permitan fantasear, desear y leer sobre ello', y la idea del amor romántico tradicional que todo lo puede, son las claves del éxito.

Importancia de las fantasías. Todos los sexólogos ven en las fantasías un elemento fundamental para avivar la llama del deseo como un ingrediente que 'enriquece tanto nuestra vida sexual como la de la pareja', afirma Berta Fornés, quien explica que estas pueden ser una fuente de diversión, una vía para combatir la monotonía, e incluso, detonar el orgasmo.

Según Manuel Fernández, la capacidad de dar rienda suelta a la imaginación no es la misma en todas las personas, pero 'quien lo practica no tarda en ver sus efectos'. No hay que olvidar que 'el sexo está en el cerebro', recuerda.

Los beneficios de las fantasías también pasan por potenciar nuestra imagen, al fantasear que eres sexy o atrevida, y 'contribuyen favorablemente a la autoestima', apunta Norma Román.

Sin embargo, tener pensamientos eróticos no implica que deban ser llevados a cabo. Bustamante matiza que al fantasear la persona se deja llevar por ideas que no necesariamente querría llevar a la práctica pero que le excita imaginar. Hay que tener claro que cumplir una fantasía puede funcionar y resultar excitante pero también 'perder todo su potencial una vez lo realiza', advierte Helena Angel.

*Con información de Efe Salud