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Alejandro Obregón, Álvaro Barrios, Norman Mejía, Bruno Brieva, Edwin Jimeno Tarazona, Ramiro Cuello Iriarte, Rafael Gomezbarros, son solo algunos de los artistas plásticos nacidos en el Caribe colombiano que han logrado reconocimiento nacional e internacional.

Sin embargo, pese al derroche de talento en distintas expresiones artísticas y culturales, la región no contó este año con representación alguna en Arco Madrid, una de las ferias más importantes de arte contemporáneo en el mundo.

Ante esto, EL HERALDO consultó a cinco personajes versados en el tema del arte –entre gestores, artistas y curadores– para dilucidar por qué la ausencia de talento Caribe en este evento internacional. ¿Falta de apoyo, discriminación, carencia de infraestructura o de iniciativas?

Ricardo Moreno, salón Regional de Arte Moderno: Para hablar de crisis se tiene que hablar de que hubo algo sólido que está en decadencia o en un momento de bajón. Pero no se ha llegado a ese punto como para decir que hay crisis. No hay un aparato comercial y mercado del arte fortalecido, previamente creado. También falta visibilización de los artistas del Caribe en otros escenarios o vínculos con los circuitos de Medellín, Bogotá, Cali o del exterior.

Primero, hace falta un respaldo institucional que los apoye cuando vayan a exposiciones. Segundo, carecen de herramientas de autogestión y autopromoción para incursionar en los otros circuitos más allá del Caribe. Y tercero, apoyo desde la parte privada. No hay ninguno de los tres escenarios, cuya conjunción es la que permite que haya un saludable y dinámico circuito del arte. Se requiere que existan los tres.

María Paz Gaviria, directora de ArtBo: creo que las galerías que fueron seleccionadas para estar en Arco Madrid sí tienen artistas de Caribe, pero cuando el curador hizo su selección, que es tan solo de dos artistas, quizá no se fijó en tratar de que hubiera artistas de todas las regiones de Colombia.

Pero no creo que eso signifique que haya una falla en la manera en que se están desarrollando los artistas caribeños ni en la manera en que son visibles en el mercado.

Se debe liderar un esfuerzo que permita abrir más espacios para el arte contemporáneo en el Caribe. Hay muy pocas galerías. Ojalá empezara a haber grandes eventos como ArtBo o que empiece a tener más impacto la Bienal en Cartagena.

Que la presencia de estos grandes eventos empiece a generar más mercado, de manera que se abran más espacios de este tipo. 

Ángel Loochkartt, artista plástico barranquillero: nuestra obra se defiende y se abre paso por sí sola. Sin embargo, en los grandes eventos solo se escogen de manera reiterada aquellas tendencias que son dominantes. La selección de las obras de muchos artistas complace el concepto y la estética que recurre a la moda. Creo que la Región Caribe no escapa de ser excluida en eventos de gran importancia a nivel mundial.

Frente a estas circunstancias operantes, debemos analizar toda la problemática, examinando lo que ocurre con la poca participación de los valores artísticos de la región. Apoyados en la sapiencia de los artistas, estudiosos, críticos y curadores de arte, podemos consolidar una estructura que proyecte estrategias y contenidos de gran peso, para favorecer nuestros valores y que nuestra participación ya no sea ignorada en ningún ámbito, y así romper con el círculo vicioso existente.

‘La horrible mujer castigadora’, de Norman Mejía.

Zandra Vásquez, directora Centro Cultural Cayena: pienso que tenemos artistas muy buenos y talentosos, el problema es cuestión de iniciativa y de saber, desde los artistas mismos, dónde ubicarse para que su obra pueda mostrarse más. Hay muy pocos espacios a nivel de Región Caribe para que los artistas puedan mostrar sus obras, así que hay que crear una infraestructura más amplia en toda la región.

Es una especie de círculo vicioso: si no hay galerías que impulsen a los artistas a nivel internacional, ellos tampoco se lo proponen y los que lo hacen son muy contados. Tienen que aprender a gestionarse a sí mismos y tocar puertas.

Los gestores culturales estaríamos en capacidad de apoyarlos, pero no solo debemos esforzarnos nosotros, pues a veces no sabemos qué oferta hay porque no tienen la iniciativa de ir a mostrarla.

Eduardo Serrano, curador, historiador y crítico de arte: Los artistas de la Costa son tan buenos como los de cualquier parte del mundo, lo que falla es el contexto del arte en el que se desarrollan. Cómo van a representar a los artistas costeños en una feria de arte si en la Costa no hay galerías que los lleven y los representen.

No es que los artistas sean malos ni que sean maltratados por otras personas o por el centralismo bogotano, lo que falta en la región es una sociedad interesada en el arte, que coleccione, que vaya a las exposiciones, que compre las obras de los artistas, que le dé vida al mundo del arte.

Si la sociedad no responde y no se preocupa por sus artistas y la gente que está expresando plástica y simbólicamente las preocupaciones y problemáticas de la región, es muy difícil que los artistas salgan.

El mundo del arte es un trípode: el artista, la galería y el coleccionista, sin dos de ellos, es imposible que el artista sobresalga.