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Los nuevos avances y dispositivos tecnológicos permiten una comunicación transversal rápida, contribuyen en la eficacia del trabajo a distancia y hacen mucho más cómoda la vida. Pero, además de los beneficios que ofrece la tecnología, el uso excesivo ya está generando problemas en el organismo.

El término tecnoestrés hace referencia a los trastornos que puede ocasionar la exposición incontrolada del uso de equipos electrónicos (tablets, smartphones y computadoras, etc.), que mantienen a las personas permanentemente conectadas a la red.

Trastornos

Un estudio realizado por el profesor Russell Johnson de la universidad Estatal de Michigan en Estados Unidos, demostró que tres aspectos son los más influyentes a la hora de generar irritación a causa del uso indevido de las tecnologías.

El primero de ellos es la tensión que se genera en los individuos al sentir la necesidad de aprender rápidamente a utilizar un gran número de aparatos electrónicos. A nivel psicológico, esto produce sobrecargas de aprendizaje pendiente y conduce a la necesidad de querer ser un experto en el tema.

'Si la persona realmente necesita aprender rápido a utilizar muchas herramientas tecnológicas, debe entender que todo conocimiento lleva su tiempo. De no ser así puede producir tensión, además olvidarse de sí mismo y de compartir con la familia y la sociedad, solo por estar concentrado en aprender a utilizar los dispositivos', indica el psicólogo Aniano Iglesias.

La convivencia con la tecnología es el segundo causante de 'tecnoestrés', ya que de no funcionar correctamente o dañarse el aparato, se generan emociones negativas en las personas como el mal humor, la preocupación y la ansiedad, que persisten por mucho tiempo.

Por su parte, la tecnodependencia es el tercer factor que que genera 'tecnoestrés', por la falta de sueño y descanso. Esto se debe a la necesidad que sienten los usuarios de estar todo el tiempo pendientes de los dispositivos, incluso aún cuando se siente agotamiento mental.

'Todo el tiempo estoy pendiente de mi celular y de las redes sociales, tanto en mi espacio de trabajo como de descanso. En ocasiones cuando duermo y recuerdo en la madrugada que tengo algo pendiente por hacer, me apoyo con mi celular y plasmó en él todas las ideas pendientes', anota Said Gómez de 29 años.

El psicólogo Aniano Iglesias analiza la situación de Gómez y asegura que 'los aparatos no pueden manejar nuestra vida, nosotros debemos aprender a adquirir el control. La dependencia a la tecnología es real y es igual de peligrosa que cualquier otra adicción como el alcoholismo y la drogadicción'.

Afecciones físicas

Uno de cada dos estadounidenses que utilizan su móvil luego de las nueve de la noche, puede desarrollar afecciones físicas como el cansancio y enfermedades cardiovasculares.

'Por lo general aquellas personas que son adictas a algo sienten alivio cuando realizan la actividad y por esa sensación es que se genera la repetición del acto, pero esto trae consecuencias como el cansancio mental, desgaste visual y episodios de estrés, que son uno de los principales causantes de problemas cardiovasculares, como la hipertensión arterial', anota el médico Antonio Lastra.