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Chucho Valdés se reencontrará este mes con el público barranquillero. Uno al que –según él mismo dice– le gusta lo que él hace.

Catalogado por los expertos como uno de los más reconocidos pianistas cubanos, el músico estará en la ciudad el 19 de marzo en el marco de Cátedra Europa, evento académico y cultural de la Universidad del Norte que este año llega a su edición número 18.

Valdés no solo le tocará al público que en 1995 lo vio ganar el Congo de Oro, sino que además dictará una clase magistral abierta para estudiantes de música que quieran aprender de su larga y exitosa carrera artística, galardonada con cinco premios Grammy anglo y tres Grammy Latino.

Desde España, el maestro charló telefónicamente con EL HERALDO sobre su trayectoria, lo que ha cambiado desde sus tiempos con Irakere, lo que pueden esperar los barranquilleros de Chucho Valdés & the Afro Cuban Messengers, y el legado que su padre –el legendario Bebo Valdés– le dejó, el mismo que quiere transmitir a las nuevas generaciones

¿Cómo ha sido su experiencia tocando en Barranquilla?

La última vez en Barranquilla fue en 2010 para Barranquijazz. Buenísimo como siempre, tengo muy buenos amigos en Barranquilla y un público muy bueno, entendido y que le gusta lo que hacemos. Siempre que vamos nos sentimos muy bien en Barranquilla, y así será una vez más.

¿Qué recuerda de Barranquilla, su Carnaval y el Congo de Oro que ganó en 1995?

 Excelente año, estuve con Irakere y fue la primera visita al Carnaval. Tocamos y ganamos el Congo de Oro. Estuve después en el Carnaval pero no fui como músico, fui con mi hija y disfrutamos estar ahí como público del Carnaval y la pasamos maravillosamente bien.

¿Qué diferencia hay entre el Chucho Valdés que tocaba con Irakere con el de hoy en día?

Conceptualmente hay mucha diferencia porque Irakere es una tremenda banda instrumental con un repertorio increíble, entonces los solos estaban distribuidos entre doce músicos, y yo como pianista era parte de eso. Pero ahora es una banda más pequeña, y el piano tiene un papel mucho más importante, más preponderante, pero realmente los otros instrumentistas son fantásticos, de primera clase. Es otro concepto diferente a Irakere y es muy bueno.

¿Qué significa para usted que su música, su carrera y su trayectoria sean objeto de estudio de los músicos en formación de Latinoamérica?

Realmente esto es como el logro de lo que es el trabajo durante muchos años, y donde hay un legado en todos los conceptos, como músico, como compositor y como pianista. Pienso que es lo más importante que uno quiere: que quede la huella, la raíz del trabajo en los estudiantes, en las universidades, como parte de la formación.

Después del piano, ¿cuál fue el principal legado que le dejó su padre?

Papá nos dejó muchas cosas, pero el legado más importante fue la constancia. Era una de las cosas en las que él más insistía y es cierto. La constancia en el estudio, la seriedad, el respeto, llegar al público y brindarle lo mejor de lo que puedas hacer, y respetar al mismo tiempo el trabajo de uno y al público que escucha.

¿Es ese mismo el legado que quiere dejar usted a las nuevas generaciones?

El mismo, seguro. El respeto, la música, el sacrificio, estudiar y formarse mucho, creo que son de las cosas más importantes.

 Además de su padre, ¿qué otros pianistas lo influenciaron?

Yo sigo admirando mucho a mi padre porque era un gran músico y el primero que vi tocar un piano, y aparte que me enseñó, pero también en Cuba había grandes pianistas como Ernesto Lecuona, el cual tuve la suerte de conocer; Mario Romeu; Peruchín, que se llamaba Pedro Jústiz; Lilí Martínez, un gran pianista; Jesús López, el más grande de todos los soneros cubanos de la historia... Y tuve el privilegio de haber conocido a todos estos músicos, de haber estudiado y aprendido algo de ellos, de haberlos visto en vida. Eso le queda a uno como una raíz.

¿Qué referencia tiene de la música colombiana y sus exponentes?

 Un pianista muy bueno llamado Edy Martínez. También, si no me equivoco, me topé con un saxofonista muy bueno, Justo Almario. Me gusta también la música popular, la cumbia y el vallenato.

¿Qué pueden esperar los asistentes a su clase magistral en Cátedra Europa y los que lo escucharán en el concierto Eurocaribe?

En la clase magistral, toda mi experiencia como artista durante todos estos años, y desde lo auditivo toda la música que hemos compuesto, de los ocho premios Grammy que hemos ganado, vamos a dar todo lo mejor para ustedes.

Por Colombia

Antes de su presentación en Barranquilla, Chucho Valdés & the Afro Cuban Messengers dará un concierto el 14 de marzo en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá y el día 17 en el Teatro Metropolitano de Medellín. Las entradas para el concierto Eurocaribe, el 19 de marzo a las 7 p.m. en el Coliseo Los Fundadores de la Universidad del Norte, son gratuitas, y estarán disponibles en la Dirección de Gestión y Relaciones Públicas Internacionales, el Departamento de Música y el Centro Cultural Cayena de la institución.