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Las puertas de la Catedral Metropolitana María Reina se abrieron a las 3 de la tarde para los feligreses que asistieron a la Eucaristía de la Cena del Señor, convocados a los oficios catolicos de Jueves Santo.

La eucaristía inició a las 4 de la tarde con un grupo de niños que entraron vestidos con túnicas, representando a los 12 apóstoles y a Jesús. El grupo de niños caminó seguido del arzobispo Jairo Jaramillo, quien ofició la misa.

Durante el sermón el arzobispo recordó el significado del sacrificio de Cristo para el perdón de los pecados. También destacó el mandamiento del amor al prójimo e hizo un llamado de paz a los asistentes.

'¿Son nuestras familias ejemplo de paz y justicia?', preguntó el arzobispo a los feligreses. Por otra parte el ministro de la Iglesia Católica habló de la transparencia en el servicio tanto a nivel individual como en cargos públicos.

'El mandamiento del amor debe comprometer a los gobernantes con un servicio honrado y transparente', dijo el arzobispo Jairo Jaramillo, quien finalizó el sermón afirmando que 'el lavatorio de los pies es ejemplo de servicio humilde y desinteresado'

El lavatorio de los pies

El arzobispo de Barranquilla lavó y besó los pies de los 12 niños que representaron a los apóstoles. La eucaristía de la Cena del Señor terminó con una procesión alrededor de la catedral.