A las 2 de la madrugada, el barrio Siete de Abril y Barranquilla despertarán como novias dormidas a un lado de una ventana marroncita o como desde un balcón de amores noctámbulos con una serenata que tiene preparada la Junta de Acción Comunal de este barrio.
Esta es la manera en que le brindan un agasajo al barrio y a la ciudad por sus 202 años y por los 35 que según los cálculos de sus residentes cuenta esta barriada popular.
Un camión con un picó se tomará por asalto las dormidas calles con canciones como Te olvidé, La Luna de Barranquilla, el Himno de la ciudad o En Barranquilla me quedó, entre otros temas que se han ganado un lugar privilegiado en el corazón de varias generaciones de barranquilleros.
'Nos conseguimos un picó que nos prestó un vecino y un camión que facilitó el dueño de una ferretería y en la madrugada vamos a homenajear al barrio que es el único de la ciudad que tiene el nombre del día del cumpleaños de Barranquilla. Esta serenata va para nuestros dos orgullos, nuestro barrio y Barranquilla', Así lo aseguró ayer, Rafael Pastor, miembro de la JAC y además propietario de la tienda La Florida, una de las más antiguas de este barrio popular que ostenta con orgullo el nombre de la fecha en que fue erigida Barranquilla como Villa.
Siete de Abril fue un barrio de invasión que a mediados de los años 70, se fue poblando por algunos colonos carrizaleros, que llegaron a estas tierras para aprovechar las piedras extraídas de sus canteras. Aseguran sus actuales residentes.
REALENGO
La misma acción de la comunidad fue cambiando la cara a este sector, en sus inicios una zona marginal, desprovista de servicios básicos, pavimentación, entre otras necesidades primarias.
Durante varios años, Siete de Abril fue conocido como Realengo, llamado así de acuerdo con sus residentes, por una telenovela en donde los protagonistas se disputaban unas tierras de invasión.
A mediados de los ochenta, la Junta de Acción Comunal de esa época, organizada en varios frentes cívicos y con la colaboración del mismo gobierno central, encabezado por el presidente Virgilio Barco, logró que Realengo, un barrio con varios estigmas negativos, pasara a ostentar el hoy pomposo Siete de Abril que concuerda con el cumpleaños de La Arenosa. Así lo describen hoy los actuales miembros de la JAC.
'El barrio fue escogido por el presidente Barco como modelo para la erradicación en Colombia de la pobreza extrema, pero desde 1977 ya la Junta de esa época fue la que tuvo la idea de ponerle el nombre Siete de Abril, porque no había un solo barrio que le rindiera un homenaje a la ciudad con la fecha de lo que se conoce como su nacimiento', contó Luis Eduardo Manotas, fiscal de la actual JAC.
Además de la serenata, los 4 colegios oficiales con los que cuenta este barrio de furibundos hinchas del Junior y de orgullosos quilleros de pura cepa, los estudiantes en distintos horarios ondearán banderas de la ciudad y desfilarán por las calles del barrio, las mismas que en este momento se encuentran pavimentadas en un 70%.
EL JUNIORISTA
El frente de la casa de Rubiel Castillo está pintado con los colores rojiblancos del escudo del Junior de Barranquilla, ubicada en la vía principal, la calle 51B, esta casa es la prueba fehaciente de esa identidad barranquillera que nace y florece de forma natural en estos sectores populares.
'Barranquillero que se respete es juniorista y por eso aquí somos rojiblancos de los verdaderos. Mañana(hoy) algunos van a sacar sus banderas. En otros años se hacían eventos en donde participaba todo el barrio. Este año no sé si se van hacerlos', dijo este empresario de escobas y traperos y vendedor de los populares sancochos de mediodía, que vive orgulloso de la ciudad y de su barrio.
Los límites
Siete de Abril va desde la calle 49 hasta la 80 en donde limita con el barrio Santa María, desde la 15 colinda con la Circunvalar hasta la calle 1Sur, en la frontera con Carrizal. De acuerdo con Manuel Mendoza, presidente de la Junta de Acción Comunal, el barrio hoy cuenta con una población de unos 15.000 habitantes.
'Para este año, por falta de recursos y porque el 7 de abril cayó entre semana, no tenemos todavía programado un gran festejo, pero acá hacemos varias actividades muy tradicionales como carrera de sacos, la vara de premio, el puerco enjabonado. Pero para el 19 vamos a programar un bingo bailable y vamos a aprovechar para festejar como es debido. Por ahora nos vamos con todo con la serenata', afirmó.
El progreso
De acuerdo con Mendoza, hoy el barrio dista mucho de sus complicados inicios en donde la pobreza y las necesidades rondaban cada una de sus esquinas: vías, transporte a la mano, 4 escuelas oficiales, centro de salud y hospital, alcantarillado, luz y todos los servicios básicos cubiertos hablan de su progreso, además de sus profesionales y comerciantes que hoy jalonan la economía de un sector que vivió durante años la pesadilla de la estigmatización y la marginalidad.
La vida de barrio
En este barrio, la identidad caribe se puede palpar en sus calles, con sus esquinas vitales en donde la tertulia crece silvestre, el amor por el equipo de la ciudad se puede observar en sus fachadas y juegos muy nuestros como la bola e’ trapo y el dominó continúan teniendo lugares privilegiados para que la vida de barrio aún conserve su esencia más pura.
'Aquí aunque tenemos algunos problemas con pelaos revoltosos que se cogen a piedra cuando llueve, podemos decir que todavía se vive la vida del barrio de verdad. La gente se apoya entre sí y todos se conocen y se colaboran', afirmó Mendoza.
A golpe de picó y de canciones inolvidables, le rinden tributo a esta Barranquilla bicentenaria, que a sus 202 años continúa su camino hacia el progreso, como reza su himno, ceñida de agua y madurada al sol.