Julio Cárdenas, de El Carmen de Bolívar, fue elegido Rey de la piqueria en el Festival de la Leyenda Vallenata. Dijo sentirse orgulloso del título y se ofreció como defensor de este género para que siga vigente en el folclor.
Después de subir a la tarima Colacho Mendoza, en el coliseo Cacique Upar, y medirse con cinco contendores más que llegaron a la final la noche del viernes anterior con versos libres y décimas dedicadas a la dinastía López, Julio logró conquistar la corona para la sabana, dejando atrás a grandes rivales como Enrique Ariza, Roberto Calderón, Rubén Ariza, Alcides Manjarrés y Leimer Cárdenas.
'Este triunfo se lo dedico a la paz de Colombia y con mucho orgullo a mi pueblo Carmen de Bolívar y a la grandeza del pueblo vallenato y guajiro, aquí ganó el folclor', precisó.
Dijo que 'esta es una competencia dura, hay una gama de jóvenes que viene improvisando bien, yo pienso que a la piqueria hay que darle más importancia, darle la trascendencia que verdaderamente tiene, porque hace parte de la tradición oral y la tenemos que defender'.
Señaló que no hubo contrincante pequeño. A medida que iban pasando las rondas eliminatorias, y aunque algunos dijeron que la corona ya tenía su nombre, precisó que 'gané con dificultades por la calidad de los contendores, pero con grandeza'.
Esta es la tercera vez que Julio Cárdenas se alza como soberano en el Festival Vallenato, en 1999 y 2005, conquistó la corona entre los repentistas de este folclor.
En 2012 obtuvo el primer lugar en los concursos de piqueria y décimas en el XXXVI Festival Bolivarense del Acordeón, en el municipio de Arjona.
Cárdenas recurrió a su capacidad de verseador y jocosidad para ir venciendo a cada uno de sus rivales desde las rondas eliminatorias que se llevaron a cabo en el coliseo de ferias de Valledupar.
'Ahora lo que viene es seguir defendiendo este folclor, especialmente la piqueria, que no debe morir. Como embajador voy a fomentar en las nuevas generaciones el repentismo, tenemos talento y eso quedó demostrado en este Festival'.
Julio Cárdenas es el decimero más famoso de El Carmen de Bolívar. En 1992 empezó a producir versos en forma improvisada, conquistando títulos en diferentes eventos folclóricos de la región.
Daniel maestre, Rey Juvenil. El vallenato Daniel Guillermo Maestre, de 17 años de edad, fue coronado Rey en la categoría de acordeonero juvenil.
Daniel Maestre estuvo acompañado en la caja por Allenmar Sierra Beltrán y en la guacharaca por Neisser Duarte Mejía. El segundo y tercer puesto en esta categoría le correspondió a Augusto Carlos López Barrios, de Valledupar y Fabrizio Bornacelli Peñaranda, de Santa Marta, respectivamente.
El jurado calificador tanto para las categorías de acordeón infantil y juvenil estuvo integrado María Mercedes Molina Araújo, Camilo Andrés Molina, Armando Maestre Cuello, Eduardo Enrique Castro y Clemente Pachín Escalona Rodríguez.
'Este es el premio más grande que he tenido en mi vida como músico, estoy estudiando producción musical y me dio muy duro prepararme así, y la verdad es que me toco solo', sostuvo.
Manifestó que a su regreso de Bogotá, donde realiza sus estudios, en Semana Santa, fue que comenzó su preparación, para enfrentarse a los grandes rivales que caracteriza a esta competencia.
'Vengo de ganarme el Festival Francisco El Hombre, en La Guajira, y ahora este triunfo en Valledupar, vine con toda la emoción y gracias a Dios se me dieron las cosas', indicó.
En 2009, Daniel Maestre ya había sido Rey en la categoría infantil. Desde entonces inició su tránsito para llegar a conquistar el título en la juvenil. 'Fueron cinco años, cuatro sin pasar a la final, y en esta oportunidad obtuve el título de Rey'.
'Lo que viene es seguir promoviendo el vallenato y seguirme preparando para avanzar en las otras categorías, hasta convertirme en Rey profesional, que creo es el sueño de todo acordeonero', puntualizó.
Dijo que 'nunca perdí la esperanza de ganar esta corona. La juvenil es una de las categorías más complicadas que tiene el Festival y aquí llegué porque soy un hombre de retos, llevo cinco veces participando quedando entre los 15 y me debían la final, por eso siempre pensé que este año era la vencida', afirmó.
De Barranquilla, el rey infantil. Hacia las 2:00 de la madrugada, después de la presentación ante un coliseo ‘Cacique de Upar’, a reventar, del salsero Marc Anthony, se conoció el fallo que dio como ganador en la categoría de acordeoneros infantiles a Rubén Lanao Del Valle, natural de Barranquilla, con 13 años de edad y estudiante de sexto grado de bachillerato.
El nuevo soberano entre los niños estuvo acompañado en la caja por Jorge Luis Díaz Marrugo y en la guacharaca por Luis David Herrera Suárez, destacándose con la interpretación del merengue Estelita González, de la autoría de Poncho Zuleta; el paseo, La Descuidá, de Leandro Díaz; la puya, Déjala vení, de Nafer Durán y el son Catalina, de Alejandro Durán.
El segundo puesto fue para Raúl Martínez Pereira, de Arjona, Bolívar y el tercero fue Sergio Luis Moreno Fragozo, de Valledupar.
'Mi alegría es grande y la dedico a mi familia, a mi querida Barranquilla y a todos los que han seguido de cerca mi desempeño como acordeonero. A mis compañeros en la caja y la guacharaca y ahora viene dejar en los más alto el vallenato que amo de verdad', dijo el Rey infantil.
Señaló que 'me siento muy contento ya que es mi primera participación en el Festival. Durante dos meses me preparé fuertemente, dándole todos los días, ensayando dos horas diarias, a fin de conquistar la corona y lo logré'.
Dijo que hace ocho años comenzó a tocar acordeón, y con el apoyo de su familia se presentó por primera vez en el Festival de la Leyenda Vallenata, coronándose como nuevo soberano en este folclor.
Afirmó que 'este triunfo se lo dedico primero a Dios y a mis padres. Me sentí mejor con el paseo, lo más difícil de la competencia es la rivalidad entre todos los participantes porque no es costumbre para mí esto'.
Indicó que como Rey asume el compromiso de fomentar y dejar en alto el vallenato, señalando que existe talento y un gran semillero que asegura que se mantendrá vigente con el paso del tiempo.
