La plazoleta Los Almendros, de la Universidad del Magdalena, será escenario hoy de un concierto por la paz a cargo del guitarrista, compositor y cantante nicaragüense Tony Meléndez, célebre por su habilidad de tocar la guitarra con los pies, ante la falta de brazos.
Este afamado intérprete que en septiembre de 1987, ante 6.000 jóvenes en de la universidad Amphitheater de Los Ángeles, cantó para el papa Juan Pablo II, alternará en el evento con la agrupación Los Niños del Vallenato, del Turco Gil.
La visita por primera vez a Santa Marta del cantautor centroamericano pero radicado en Estados Unidos, es con ocasión de la apertura de la XV semana cultural del centro de estudios superiores, que culminará el 7 de mayo próximo bajo el lema: 'No hay camino para paz, la paz es el camino'.
El artista, cuyo nombre de pilas es José Antonio Meléndez Rodríguez, anunció para los samarios cantar por la paz y dejar en la conciencia de todos un mensaje de optimismo y fe. Precisamente un libro suyo titulado A Gift Of Hope’ (Un regalo de esperanza), escrito en inglés y traducido al castellano, es uno de los más solicitados.
Tony es recordado porque el día que le cantó a Su Santidad Juan Pablo II, este se le acercó y le dijo: ‘‘Tu eres un hombre realmente valiente. Mi deseo para ti es que continúes dando esperanza a todas las personas’’. Para el artista fueron palabras proféticas que lo llevaron a sumergirse de tiempo completo en su ministerio, a través de la música.
Desde ese momento la vida de Tony ha viajado para llevar su mensaje alrededor del mundo.
'Para la Universidad del Magdalena y para Santa Marta, es un honor y un orgullo tenerlo con nosotros a partir de las 6:30 de la tarde', dijo el rector del alma mater Ruthber Escorcia Caballero y añadió que 'con este concierto reafirmamos que nuestra Universidad está comprometida por la paz del país a través de su enseñanza, de su investigación y desde el corazón, dando fe de que nos la jugamos por un mejor país’’, dijo el rector.
De Tony Meléndez se afirma que es un líder mundial que impacta rompiendo paradigmas y provocando cambios positivos en la manera de pensar. De su vida se sabe que nació sin brazos como consecuencia de la talidomida, una droga que no tuvo el control adecuado y provocó disfunciones a los bebés cuyas madres en estado de embarazo la ingerían.