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Darle de comer a las palomas es el encanto de varios niños y adultos en el parque Tomás Suri Salcedo, ubicado en la localidad Norte-Centro Histórico de Barranquilla. En la zona de juegos infantiles, algunos padres vigilan a sus hijos, mientras estos son felices tirándose de los resbaladeros o balanceándose en los columpios. Entre tanto, los juegos biosaludables son la atracción de los más grandes y hasta de los adultos mayores.

En este parque, cientos de personas se congregan a diario, sobre todo los fines de semana, para divertirse y ejercitarse. Aquí la edad es lo de menos, porque hay actividades para todos y lo mejor, de forma gratuita.

En otro punto de la ciudad, específicamente en la esquina de la calle 38 con carrera 30 del barrio San Roque, moradores del sector llenan los espacios del emblemático parque Almendra, recuperado recientemente por el Distrito.

Bordear el parque manejando bicicleta o en patines, trotando y hasta paseando al bebé en un coche son alternativas de entretenimiento para los visitantes.

Mientras tanto, unos siete chicos, de entre 15 y 22 años, juegan con un balón de baloncesto en la cancha destinada para la práctica de este deporte. El más alto de ellos, ha logrado hacer tres cestas seguidas en solo cinco minutos de juego.

El epicentro del entretenimiento en el barrio Las Nieves es su parque del mismo nombre, que tiene diversos espacios para disfrutar.

La cancha sintética es, según Francisco Donado, administrador del parque, el mayor atractivo de los jóvenes y adultos.

Para utilizarla, asegura Donado, los usuarios no deben cancelar ningún valor, pero sí comprometerse a mantenerla en buen estado, así como el resto de zonas del lugar.

Los parques son espacios de sano esparcimiento que la comunidad debe cuidar, para su propio beneficio.

En el parque Sagrado Corazón, conocido como el Santo cachón y ubicado en el barrio Ciudad Jardín, 13 miembros de una familia están reunidos para hacer un picnic. No llevaron ni mantel, ni canasta, pero sí lo más importante: la comida. Entre ellos se reparten sánduches y un vaso de gaseosa para cada uno.

A lo lejos, un hombre que puntea los 30 años toca una guitarra y cerca a él, un grupo de tres muchachos —dos mujeres y un varón— se dedican a la lectura.

Revista Sí recorrió cuatro parques ubicados en diferentes sectores de Barranquilla en los que las personas salen a pasear, correr o simplemente a meditar.