Dentro los múltiples beneficios que las frutas nos aportan están también los que obtenemos al deshidratarlas. Luego de someterlas a este proceso, tanto las vitaminas como los minerales, y demás elementos nutritivos, se conservan en gran proporción.
Estas frutas son muy importantes en el tratamiento de procesos digestivos, como por ejemplo el estreñimiento. A pesar de la deshidratación los nutrientes se conservan hasta en un 80% en provitamina A, en las vitaminas del complejo B, como la B1 y B3, y los antioxidantes.
'El consumo de estas frutas favorece el bajo aporte de sodio al organismo, previene enfermedades como el cáncer y la ayuda a personas con hipertensión y, además, suministra fibra', dice Sandra Sastoque, nutricionista, egresada de la Universidad del Atlántico.
Es clave reconocer que existe una diferencia entre las frutas secas y las deshidratadas. Las primeras tienen la cáscara dura, son ricas en grasas insaturadas, tipo omega 3. El maní, los pistachos, la macadamia o las nueces son ejemplos de ello. Las segundas se producen exponiéndolas a una fuente calórica para deshidratarlas. Dependiendo de su maduración, el proceso es más rápido.
Nubia Suárez, enfermera pensionada, quien tuvo una serie de complicaciones de salud, comenta cómo las introdujo a su dieta. Después de 39 años de trabajo debió quedarse en casa, de un momento a otro. Sus niveles de colesterol, triglicérido y glicemia se 'desequilibraron'.
Recuerda que haciendo el mercado vio una bolsa de arándanos, macadamia y nueces. Al consumirlos le llamó la atención su sabor, pero no sabía qué clase de producto era.
Suárez consultó entonces a una médica que le sugirió comer 'solo los arándanos por sus beneficios'. Tras investigar, decidió seguir el consejo y hoy lleva tres meses comiéndolos.
'Me siento bien, en especial con el riñón. Mi piel mejoró bastante desde que las consumo', recalcó. Dijo que antes se le bajaba el potasio, pero esto no ocurre desde que los arándanos hacen parte de su dieta diaria.
RESULTADO DE INVESTIGACIÓN
Cuando se reduce el contenido de agua de las frutas, aumenta la concentración de sus nutrientes, especialmente en fibra y carbohidratos, por lo que su aporte de calorías es mayor.
A esta conclusión llegó un estudio realizado en Budapest por los investigadores Daniel Gallaher y Adriana Kaliorra. La investigación fue presentada en el Congreso de la Asociación Europea de Nutrición de 2013.
Entre los principales hallazgos, encontraron, por ejemplo, que las frutas deshidratadas contienen las mismas propiedades anticancerígenas que las frescas.
'Desconocemos el mecanismo, pero pueden promover que se detenga la propagación de células cancerígenas, motiva la muerte de tejido canceroso y suprime la inflamación', explicó Kaliorra en un comunicado sobre el estudio.
La investigación concluyó también que la ingesta de frutas deshidratadas contribuye a disminuir los problemas digestivos, favorece el tránsito intestinal, mejora el sistema gastrointestinal y previene los problemas de garganta, entre otras bondades.
CONSUMO RESPONSABLE
Si bien los beneficios de estas frutas son innegables, deben ingerirse con precaución. Porciones personales es lo indicado debido a su alto contenido calórico, recalca Sastoque.
En caso de no seguir esta recomendación, los consumidores podrán aumentar su peso. Por ello, cada persona debe revisar su requerimiento calórico del día, asesorado de un especialista, afirma la nutricionista.
Aunque es claro que el proceso de deshidratación se hacía inicialmente con fines comerciales, hoy hace parte de una alimentación que proporciona nutrientes, fibras y un aporte enérgico que beneficia a quienes las consumen, puntualizan los expertos.
ALGUNAS FRUTAS
KIWI:
•Excelente función laxante.
MANZANA:
•Ayuda al corazón y el proceso circulario.
•Fortalece dientes y encías.
PLÁTANO:
• Excelente opción para úlceras de estómago.
PIÑA:
• Ayuda a bajar la fiebre y reducir afecciones de garganta.
•Un excelente protector para el corazón.