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El mundo evoluciona cada día y con él los roles de las parejas en el hogar. Algunos hombres, por ejemplo, han asumido labores domésticas que años atrás realizaban las mujeres. 

Antonio Zamora, un arquitecto de 52 años de edad y padre de dos hijos, desde hace cinco años no está vinculado a una empresa o trabajo formal. Por esta razón él decidió hacerse cargo de los quehaceres del hogar, desde la organización de la casa hasta cocinar, mientras que su esposa se encarga de llevar el sustento económico.

El arquitecto asegura que, aunque en la sociedad actual todavía es difícil ver a la figura masculina dentro de este rol doméstico, él se siente bien al hacerlo porque considera que 'los quehaceres son actividades importantes para mantener la unión del núcleo familiar y todos en casa lo vemos como un trabajo digno'. 

Su hija menor, María Teresa Zamora, cuenta lo orgullosa que se siente de él al ver que no se deja llevar por el estereotipo de creer que la mujer solo se encarga del hogar y el hombre de lo monetario.

'Él es nuestro modelo, nuestro ejemplo de que esto también se considera un trabajo. Su rol como ‘amo de casa’, que aunque cabe resaltar que no surgió porque él quisiera, fue una situación que se presentó y lo ha desempeñado de la mejor manera', dice la joven.

Hablan los expertos. La psicóloga de familia Luz María Palis, habla sobre el cambio de los roles en el hogar en el tiempo actual y asegura que los hombres de las ‘nuevas generaciones’ son mucho más colaboradores y participativos en las tareas domésticas.

'El machismo en que estábamos inmersos, aunque todavía hay mucho de ello, ha ido disminuyendo gracias a la educación. Actualmente nos enseñan sobre la igualdad, el respeto y la consideración hacia el otro. Lo que influye notoriamente en la relación del hombre con su pareja y en el papel que debe desempeñar en su hogar', indica Palis. 

La especialista también afirma que una de las razones por las que esta conducta colaborativa se da, puede ser la ausencia de los padres de las personas que cumplen ese rol ahora. 'Ellos no quieren estar tan ausentes como lo estuvo su padre. No quieren repetir ese patrón de conducta', explica.

Por su parte, el sociólogo Daniel Aguilar enfatiza en que el papel que desempeñan los padres en los quehaceres del hogar 'no son una ayuda, son una responsabilidad. Lo que pasa es que estamos en una sociedad patriarcal que ha desvinculado al hombre de estas tareas, al punto de que cuando él ayuda, la gente lo ve como un gesto de amabilidad y que hay que agradecer'.

Hombres colaboradores

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Juan Pérez, un técnico electricista de 35 años, trabaja en horario nocturno y aún así, asegura que cuando regresa a casa colabora en las actividades que en el momento deban resolverse. 

'Ir a la tienda, sacar la basura, hacer la cama, cuidar a mi hija, pasear al perro y cocinar, entre otros quehaceres. En todos ayudo, trato de colaborar en lo que más pueda, depende de la necesidad que haya en el momento', relata el electricista.

La esposa de Pérez, Karol Castro, cuenta que en ocasiones debe influenciarlo para que la ayude, pidiéndole el favor o complaciéndolo con algo que le guste. Sin embargo, 'hay muchas veces que sin decirle me sorprende con el almuerzo o con arreglar el cuarto. Eso significa mucho para mí pues no solo tengo que ser ama de casa, sino que además soy madre y tengo un trabajo. Entonces el que él me ayude con los quehaceres y con la niña me demuestra que me valora como mujer. Es un hombre y padre ejemplar', reitera la pareja del técnico.

La psicóloga Palis se refiere al caso de estos esposos y explica que el hombre debe asumir su rol en casa de manera responsable 'porque ambos están trabajando y aportando por igual. Esto los hace ser coequiperos en la mantención de la familia'.

Además, la especialista agrega que la contribución masculina fortalece la relación en el núcleo del hogar. 'La esposa siente que está siendo apoyada en el proceso de construir un proyecto de vida, una pareja estable y su familia', dice Palis.

Carlos García, un ingeniero industrial de 35 años, está separado de su esposa y vive con su hijo de 17 años. Él es amante de la cocina y aprovecha los fines de semana para desarrollar su pasión culinaria y compartir con su hijo.

'A Carlitos le encanta el menú: pollo bañado en salsa de champiñones, puré de papa gratinado con varios quesos y ensalada de aguacate con fresas. A mí no me desvive ese plato, pero él es feliz y yo amo cocinar. Entonces aprovecho ese espacio libre para fortalecer mi relación de padre e hijo y transmitirle mi amor por lo que más me gusta', cuenta García.

El sociólogo Aguilar explica que la familia es un todo y que en ella no debe existir un rango jerárquico basado en el género. Por lo que es fundamental que se den este tipo de actos de responsabilidad.

'Es un asunto de cohesión social. La sociedad tiene que avanzar hacia una forma más equitativa de desempeñar los roles en el hogar', finaliza el especialista.