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Houston, aquí base de la Tranquilidad, El Águila ha alunizado', fueron estas las primeras palabras que Neil Armstrong pronunció un 20 de julio de 1969, hace 46 años, cuando el módulo lunar se asentó con éxito sobre la superficie del satélite terrestre por primera vez.

El gran salto para la humanidad, según las palabras del astronauta, fue ejecutado en el contexto de la guerra fría, cuando la carrera espacial era disputada por Estados Unidos y la entonces Unión Soviética. 

'Elegimos ir a la Luna. No porque sea fácil, sino porque es difícil', dijo John F. Kennedy, el mandatario estadounidense en ese momento, quien aseguró que EEUU lograría ir al satélite natural antes de que terminara la década. El 25 de mayo 1961 definió que se realizaría un alunizaje tripulado, que regresaría a la Tierra.

El 16 de julio el cohete Saturno V surcó los cielos con la estela de fuego producida por el despegue desde Cabo Cañaveral. El plazo de Kennedy no había expirado cuando Armstrong anunció la llegada a la Luna de El Águila que lo transportó a él junto a otros dos tripulantes, Edwin E. Aldrin Jr y Michael Collins.

'Fue un logro desde el punto de vista militar, no científico', afirma Alfonso Redondo, director de Astronomóvil y miembro de la Red de Astronomía de Colombia. 'Cuando Estados Unidos llega a la Luna, hay que recordar que también estaba ocurriendo la guerra de Vietnam', cuenta el experto.

Teorías conspirativas

El triunfo estadounidense fue transmitido por televisión y se estiman que unas 530 millones de personas siguieron el acontecimiento a través de este medio. Ante el público expectante se comunicaron las icónicas palabras de Armstrong: 'un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad'.

Pese a los registros fílmicos y fotográficos la veracidad del hecho ha sido cuestionada por diferentes teorías conspirativas. Uno de los argumentos más difundidos cuestiona por qué no hay estrellas de fondo en las imágenes testimoniales del evento espacial.

Jorge Salazar, director de la Fundación Grupo Apolo, afirma que este fenómeno se puede explicar desde el punto de vista fotográfico.

'La velocidad de obturación que llamamos normal, de entre cien y un ciento veinticincoavo de segundo, es demasiado rápida para recibir el brillo de una estrella y pintarla en la película fotográfica en tan poco tiempo', dice Salazar, y añade que las fotografías fueron tomadas con cámaras incorporadas en los trajes espaciales que no permitían mayores ajustes a los patrones ya establecidos para captar las imágenes.

Algunas teorías conspirativas se nutren del contexto histórico que rodeó la llamada Guerra Fría.

Consecuencias de ‘apolo 11’

Para Alfonso Redondo muchos de los avances que se obtuvieron por la disputa geopolítica, en los años previos a la década de los setenta, fueron desarrollados y aplicados a la vida cotidiana.

'El tema de tecnología para la conservación y el empaque de alimentos, eso se logró gracias a la investigación que desarrollaron para las misiones espaciales', cuenta el astrónomo quien señala a las misiones Apolo como las más largas y de las que mayores beneficios se obtuvieron. 

Para la misión de Apolo 11 se adaptaron herramientas inalámbricas como el taladro eléctrico portátil que ya es comúnmente utilizado. 

Exploración espacial hoy

La experiencia de la exploración espacial en el siglo XXI tiene nuevos protagonistas a nivel internacional. Para Redondo la Estación Espacial Internacional es muestra del trabajo colaborativo en que se gestiona actualmente los proyectos espaciales.

'En este momento ya los logros son compartidos porque ya los proyectos de gran ambición no son desarrollados de manera solitaria', comenta Redondo.

Las organizaciones espaciales más destacadas en el momento son la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Rusa y la de Japón. La Agencia Espacial China se caracteriza por ser la única que tiene un programa independiente sin mediar alianzas con otros países.

En Estados Unidos la Nasa continúa liderando y decidiendo sobre las misiones y las investigaciones académicas y científicas; sin embargo son las compañías espaciales privadas las que administran los recursos económicos para desarrollar tecnología destinada a los viajes espaciales del futuro cercano. Las empresas que compiten en torno a la Nasa son Boeing, Space X, Sierra Nevada y Virgin Galactic, cada una con sus propios desarrollos en tecnología para viajes tripulados y no tripulados.

El siguiente paso

La científica barranquillera Adriana Ocampo, quien trabaja en el programa Nuevas Fronteras de la Nasa, en 2012 explicó en una entrevista con Yamid Amat cuáles son los planes de la Nasa en relación a las próximas misiones.

'Se está desarrollando un tipo de transbordador a la Luna, para empezar a colonizar, a colocar estaciones, para tener una presencia más permanente. El objetivo es usar la Luna como base para enviar misiones tripuladas a Marte. Está todo en planificación', afirmó Ocampo.

Curiosity y Oportunity son misiones que exploran la superficie de Marte, con vehículos robóticos, adelantando estudios que preparan las futuras incursiones humanas.

El siglo XX será recordado por la crisis energética, las guerras y el desarrollo del poder nuclear, pero sobre todo porque fue un periodo marcado por los primeros pasos vacilantes del hombre en el espacio y anticipó la exploración espacial que está en curso.

Mitos y dudas tras el acontecimiento

La bandera de EEUU. Ella parece ondear como si la brisa la moviera, pero en la superficie lunar no hay viento, ni atmósfera. La bandera se mueve porque mantuvo la inercia del movimiento aplicado a la hora de ser fijada en la superficie rocosa de la luna.

El alunizaje es falso. Las sombras de las imágenes del ‘Apolo’ no son paralelas y parecen iluminadas en un estudio de fotografía. Se debe a que la superficie lunar no es plana y hace que las sombras no converjan en un solo punto. Las imágenes recibieron luz solar, la reflejada desde la Tierra y la de los trajes.

El nombre de un colombiano en la Luna

El lado opuesto de la Luna, el que no logramos ver desde la Tierra, fue explorado por una de las misiones ‘Apolo’ para identificar las zonas de futuros alunizajes. Justo en ese sector fue tomada la famosa fotografía donde se ve la Tierra surgir en el horizonte del satélite natural.

La escena espacial es recreada en el billete de 20 mil pesos colombiano y se volvió relevante para el país porque en esa zona, justo en las coordenadas selenográficas de 48° de latitud sur y 157° de longitud oriental se encuentra el cráter que lleva el nombre del astrónomo colombiano Julio Garavito Armero.

La decisión, que honra al científico colombiano, fue tomada por la Unión Astronómica Internacional, en 1970, que nombró los accidentes de la geografía lunar con personajes destacados del mundo.

El  ‘Apolo’ de Barranquilla

La Fundación Grupo Apolo surgió en Barranquilla inspirada en la emblemática misión espacial. El grupo, dedicado a la difusión de la ciencia, dinamiza todos sus procesos desde la astronomía y el estudio del espacio, saberes que son compartidos de manera lúdica y divertida tanto con adultos como con niños.

En la misión de compartir el conocimiento, el ‘Apolo local’ ha encendido los motores para aterrizar en La Guajira con un proyecto que beneficiará a 15 mil estudiantes que aprenderán astronomía con estrategias etnoeducativas.

'Si un país tiene aspiraciones serias de desarrollo tiene que preocuparse por invertir más en ciencia, tecnología y educación', dice Jorge Salazar, director de Apolo.