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A Tom Cruise se le nota que le gusta su nueva Misión: Imposible, la quinta película de la saga que protagoniza y que tuvo su estreno mundial en Viena, una de las localizaciones por las que pasa el superagente Ethan Hunt en sus esfuerzos para salvar, de nuevo, al mundo.

La estrella estadounidense se tomó su tiempo con los miles de fans mientras paseaba por la alfombra roja camino a la Ópera de Viena, donde tuvo lugar la presentación mundial de la película.

Vestido con vaqueros y camisa negra y repartiendo sonrisas, Cruise firmó autógrafos, se dejó hacer cientos de fotos y estrechó las manos de muchos de los que habían estando esperando durante horas para ver al actor. Efe