Hay imágenes del cuerpo femenino que llaman la atención a simple vista. La abertura de una falda, el largo de un short y la profundidad de un escote suelen demarcar, además, el énfasis de sensualidad de quienes lo llevan. Pero hay una parte de la anatomía de la mujer que, si bien ha ido ganando visibilidad, no suele asociarse mucho con la feminidad. Lo puso de moda a mediados del siglo XX el sex symbol de esa época, la francesa Briggite Bardot, y ahora vuelve a desnudarse.
El hombro fue el imán que movió cabezas en la reciente pasarela de Johana Ortiz en Colombiamoda. La caleña se valió del escote Bardot para seducir dejando los hombros al descubierto horizontalmente. Fue su vals romántico, acompañado de boleros dramáticos que elevaron el volumen de feminidad al forrar los hombros, que acentuados o destapados, se erigen como el centro de atracción de la temporada.
La firma Leal Daccarett, del caleño Francisco Leal y la barranquillera Karen Daccarett, también paseó los hombros destapados en su desfile de la feria de moda realizada en Medellín. Sedas y satines son los textiles que forjan blusas que reivindican el destape de la mujer desde la clavícula.
Y toda esta liberación de género desde un punto de vista de la moda la reafirma, desde un contraste mucho más fuerte, la última colección de joyería de las hermanas barranquilleras Fadia y Rose Khbeis, que desde la misma plataforma de moda en Medellín hablan de la situación social, de la Palestina de sus ancestros para lograr 'una oda a la resiliencia' de ese pueblo'.
La colección Fénix recoge los anhelos de la mujer que se reinventa a diario, que se enfrenta a situaciones adversas con constancia. 'Es la mujer que vive bajo la opresión, bajo un contexto político social muy complejo' –dice Rose- la que siente el derecho, la necesidad y el gusto para redefinirse y aceptarse constantemente. Las joyas son una forma de acentuar un rasgo que, en esas condiciones sociales y políticas, resulta prohibido lucir.
El hombro 'es de las partes más lindas que puede tener una mujer y representa mucho sobre cómo te empoderas', por eso lo adornan con ensambles que lo atan al cuello a través de sistemas de cadenas de bronce y baños de oro, y le regalan a ese nacimiento del brazo un protagonismo que resulta esporádico, dependiente a los caprichos de las tendencias de temporada.