Simbología de Barranquilla, un mural en fresco realizado por el maestro Alejandro Obregón en 1956, será trasladado por segunda vez en su historia. La obra, de 7 metros de altura, ya no estará más junto a la Estación del Tranvía, y será ubicada en la esquina izquierda de la Antigua Aduana de Barranquilla, a la vista de todos los visitantes del centro cultural.
El proyecto, liderado por la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta, tiene como objetivo dar mayor visibilidad a la pieza, y también preservarla del deterioro. Para esta finalidad se ha conformado un equipo de expertos que está trabajando en varios frentes: un diagnóstico del estado de la obra artística, el estudio de factores ambientales para definir la nueva ubicación, la dirección de las obras de montaje, estructura y protección a largo plazo del mural.
'El problema que presenta la obra es que la ubicación actual no es la más atinada porque no se hizo un estudio de la incidencia del sol sobre el mural, ni de los vientos, ni de las lluvias', señala el restaurador mexicano Rodolfo Vallín al hablar de Simbología de Barranquilla, que en el diagnóstico del experto 'presenta decoloración por la exposición al sol y la presencia de sales minerales provenientes del subsuelo'.
Es la segunda vez que la pieza es sometida a traslado en su historia. En 1956, Obregón la creó para el antiguo Banco Popular, ubicado en el Paseo Bolívar. De allí fue donada por Roberto Manzur a la Gobernación del Atlántico, que gestionó su restauración y la entregó en comodato a la Corporación Luis E. Nieto Arteta –administradora de La Aduana–, por lo que fue instalada en su actual ubicación en la antigua Aduana de Barranquilla.
'Es uno de los pocos murales al fresco que realizó el maestro Obregón. Una obra muy bien ejecutada con una técnica complicada', explica Vallín, quien compara la técnica del fresco, que utiliza cal junto a sus pigmentos para fijar el color, con la acuarela: 'si se equivoca, hay que volver a pintar', sentencia el restaurador resaltando la obra.
El traslado
Mover el mural de Obregón ha requerido la intervención de varios actores: un comité cultural integrado por la secretaria Departamental de Cultura, Deyana Acosta, y Miguel Iriarte, director de la Biblioteca Piloto del Caribe.
La Gobernación del Atlántico financió el proyecto con un monto de 110 millones de pesos. Las obras están coordinadas por los expertos Enrique Yidi, con su trabajo en las zonas duras y pisos; Zuleima Slebi, en el diseño paisajístico; Roberto Angulo, quien realizó el estudio de sol y sombra para definir la nueva ubicación; Rodolfo Vallín, en la restauración, y el arquitecto Bernardo Rebolledo, en el montaje y diseño de la estructura de soporte.
Cielo Támara, coordinadora general del proyecto, señala que van seis meses de trabajo, los cuales iniciaron con el estudio del impacto ambiental en la obra, seguido del diseño arquitectónico de la estructura y el plan de traslado, así como la gestión de los recursos financieros.
'Esperamos que en la segunda semana de noviembre, los trabajos estén concluidos y podamos reinaugurar la obra', afirma Támara.
El restaurador mexicano resalta que, al terminar los trabajos en el mural Simbología de Barranquilla, quedará en primer plano y con colores más vivos una de las más importantes narraciones visuales de la ciudad, salida del genio creador del pintor Alejandro Obregón.
Especificaciones del traslado
El plano superior muestra la ubicación actual y el punto exacto en el que se está construyendo la nueva estructura, apreciada en detalle en la imagen inferior. La instalación estará más cercana a la Biblioteca Piloto del Caribe. La obra, además de la estructura de soporte, tendrá una protección contra la lluvia; también una muralla de árboles se interpondrá al impacto del viento y evitará que los contaminantes de la Vía 40 se depositen sobre el mural. La zona del traslado fue definida después de un estudio del impacto de sol y sombra, que dirigió el arquitecto y acuarelista Roberto Angulo.