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El sol ha caído y la ciudad enciende sus luces. Es viernes y se respiran aires de fiesta y deseo que invitan a romper las etiquetas. Esta noche saldremos en busca de la diversión incluyente, donde los hombres no temen expresar sus sentimientos y las chicas no se cohíben de invitar un par de tragos a su pareja, un mundo, que aunque parece utópico, no conoce de prejuicios y tampoco escatima en lujos.

Por petición de un público, que quiere explorar la diversión en esta esquina calurosa de Colombia, decidimos vivir la rumba gay friendly o amigable con la comunidad LGBTI en Barranquilla.

'Son pocos los lugares que uno encuentra en la ciudad para divertirse sin tener que estar detrás de las puertas del clóset', afirma Fabián*, guía invitado para este recorrido.

Mientras parqueamos a las afueras de Rumours—el primer establecimiento escogido para iniciar la rumba— nos dan las 10 de la noche, Fabián señala que es la 'hora cocada', perfecta para llegar, elegir una buena mesa, pedir una cerveza y ‘calentar los motores’.

Antes de entrar, en una sala tropical previa a la puerta, Fabián saluda a una pareja de novios heterosexuales y agrega que el bar no es propiamente gay, 'es un lugar amistoso con todo el que quiera divertirse sin importar su orientación sexual'; y tiene razón, en una esquina de la taquilla aguarda una pareja de chicas tomadas de la mano para ingresar y pocos se percatan de la romántica escena que protagonizan.

Rumours tiene un espacio dedicado al ‘crossover’, para aquellas personas que quieran bailar todo tipo de música.

El bar tiene tres ambientes disponibles para toda clase de gustos, que van desde la rumba crossover hasta acabar en una fiesta electrónica.

En la estancia más amplia del lugar, a un extremo de la barra, Jorge Carrero, el barman de Rumours, invita a saborear una propuesta refrescante que incluye una experiencia sensorial.

'Todo entra primero por la vista, pasa por el olfato y acaba en la lengua, ese es el Caribbean Power', define Jorge, mientras flamea las bebidas con un mechero, como parte del ritual.

Las parejas más amigables comparten sus afectos en medio de la pista, nadie pronuncia palabra ni existe discriminación para los enamorados que bailan reguetón.

La fiesta. El jolgorio empieza a calentarse cuando se llega a la discoteca Lives, otra propuesta de rumba ubicada en la carrera 53 con calle 70. 'Vivir sin tabúes' es lo que se hace literalmente en este lugar reconocido por la comunidad LGBTI como una de las mejores rumbas en pro de la inclusión.

Este es 'el Theatron de Barranquilla (reconocida discoteca gay de Bogotá)', según nuestro guía. El lugar es lo suficientemente grande, afirma el dueño y administrador Edwin Tapia. Añade que este tiene capacidad 'para albergar 700 personas de cualquier orientación sexual, incluyendo heterosexuales y heteroflexibles—esos que se esconden de día—. Por lo menos el 30% de los asistentes no son gays'.

'En sus tres ambientes conviven ángeles y demonios', indica Fabián, algo entonado por los cocteles.

El espectáculo fuerte empieza en la primera atmósfera denominada La Chueca, un espacio dedicado al crossover, en el que los asistentes pueden bailar ritmos tropicales muy pegaditos. Los espejos y las luces son el mejor telón en este lugar.

La segunda estancia, que es el salón más grande, está dedicada a la electrónica. En medio de la pista se encuentra una especie de barra para quienes tengan las agallas de subirse y bailar.

A la 1 de la mañana el bar está repleto y mientras el Dj mezcla los éxitos de las divas del pop con tecno, más de un imitador de Lady Gaga, Shakira, Beyonce o Madonna se roban las miradas.

Por último, se puede llegar a El Edén, si se quiere descansar, conversar, 'probar del fruto prohibido' o escuchar otros géneros musicales como el tribal house o dubstep. Lo importante —recalca Fabián— es pasarla bien sin irrespetar a nadie, ser incluyentes.

(El nombre de Fabián fue cambiado para proteger su identidad).

Rumours se encuentra ubicado en la carrera 49 # 72-155 y ofrece una amplia variedad de bebidas, en las que se destacan los sabores tropicales y refrescantes, que según su administrador van muy bien con el ambiente barranquillero. El Mojito Caribeño y el Caribbean Power con corozo, son algunas de las nuevas propuestas que el barman ha elaborado para que los asistentes encuentren sabores diferentes y vivan una experiencia sensorial que involucre licor, olores y espectáculos de colores.