Aunque la apariencia de Daniela Rojas Correa no es la de una mujer latina promedio, ni mucho menos de una mujer asiática, su encanto, energía y dulce voz la llevaron a conquistar terrenos musicales en China, país en el que está radicada desde hace 8 años.
Beijing fue la ciudad escogida por Daniela, luego de terminar el colegio en el 2008 en Bogotá, para estudiar Negocios y Economía. Lo que no se esperaba esta cucuteña de 25 años con corazón barranquillero era que en este lado del globo terráqueo iba iniciar su carrera artística.
Mientras Daniela vivía en Colombia, su relación con la música solo se limitó a la participación de coros juveniles en la institución donde se formó académicamente. Después de estar radicada en Beijing estudiando chino, por azares del destino –confiesa– encontró una oferta de empleo en el periódico que le abrió las puertas al showbiz .
'La agrupación Los Cinco Continentes necesitaba una nueva cantante y audicioné para trabajar con ellos. A partir de ese momento, mi llegada a China tomó otro rumbo, porque debía hacer giras y cantar en chino', afirma Daniela en su visita a EL HERALDO.
Primeros conciertos
De su paso por esta agrupación destaca un concierto que dio en Mongolia, en el que sintió muchos nervios al estar parada en frente de muchas personas, de sus participaciones en programas de televisión y del premio que ganó como solista en el concurso BTV, en 2013.
'Recuerdo que las primeras veces estaba muerta del miedo, pero las cosas se dieron y logré dar bonitos espectáculos', narra entre risas ‘Bai-ling’, como es conocida Daniela en China y que traduce 'pájaro de dulce canto'.
Por lo pronto, esta joven colombiana se concentra en seguir consolidando su carrera al otro lado del mundo.
Daniela ha logrado adaptar la dulzura de su voz a diferentes lenguas: inglés, español y chino, da igual, pues lleva años entrenándose, aunque ella tiene claro que una mezcla es su claro objetivo. 'Quiero hacer música latina en chino', afirma, y se apresura a agregar que su pretensión 'no es fácil', ya que el tono y la velocidad de los idiomas no son sencillos de adaptar.
'Tú traduces una canción al español del inglés y la cantas, listo. Con el chino no es así', sostiene.
En Barranquilla
Actualmente, la artista, quien alterna su faceta musical con los negocios –carrera que cursó en Asia–, se encuentra en Barranquilla visitando a sus familiares. Recientemente acudió al matrimonio de una prima en el Country Club, en el que la animaron a cantar y presentarles a los invitados su talento.
Esta cucuteña, amante del café colombiano –'llevo un cargamento cada vez que me devuelvo a China'–, cuenta que entre los primeros temas que interpretó una vez llegada a Beijing fue Tabaco y chanel, de Bacilos, una melodía que le pedían mucho al otro lado del mundo. 'A los chinos les encanta la salsa. No distinguen muy bien el merengue de la salsa, ni el jazz. Escuchan música latina y se emocionan', cuenta.
Aunque sostiene que no ha llegado a un nivel de reconocimiento para que la gente en la calle diga: 'Mírala, ahí va', sí goza del aprecio de muchos seguidores chinos, muy abiertos a las sonoridades latinas, admirados de referentes colombianos como Miss Universo y el café, especialmente.