Los dibujos, viñetas y diálogos contenidos en ‘nubes’ han pasado de comics juveniles a la selección bibliográfica de las librerías, en un formato conocido como novela gráfica. El fenómeno ha generado historias propias con temáticas complejas, pero también se abre paso en la industria editorial con adaptaciones de clásicos literarios, como Alicia en el país de las maravillas, una biografía sobre Gabo en Colombia, entre otros casos en los que se explota esta narrativa.
La novela gráfica avanza en una contexto que hace algunos años anunciaban apocalíptico, con la consecuencia final de la extinción de los libros en papel; sin embargo Amazon, el gigante de las ventas online, inauguró una tienda de libros físicos el pasado martes, con una selección de lo más solicitado por Internet, que incluye la categoría de cómic y novelas gráficas.
¿Qué es novela gráfica?
'Hay muchas críticas hacia la novela gráfica porque algunos dicen que es una etiqueta comercial inventada por los editores para nombrar el cómic de toda la vida', expresa Catalina Mejía, editora del sello español Salamandra Grafic, quien explica que la diferencia radica en que esta sí trata de parecerse a los formatos y contenidos literarios.
Para el caricaturista e ilustrador Nadím Amín la novela gráfica es cómic. 'Entiéndase cómic como una secuencia, una historia contada a través de dibujos con viñetas, texto, entre otros elementos'.
Por su parte, Emmanuel Moynot, autor de la novela gráfica Suite francesa –adaptación del libro que lleva el mismo nombre– tampoco concibe diferencia, para él 'son una forma de arte en sí mismos'.
En medio de las disparidades sobre su definición, el consumo de este formato editorial y el de cómic no es novedad en el mundo. Sin embargo en Colombia, el mercado se está abriendo porque antes de 2013 estos productos tenían más impuestos.
Catalina Mejía, editora de Salamandra Grafic, señala que esta apertura está relacionada con la modificación de la Ley del libro.
'Hace dos años no llegaba un cómic a Colombia porque estaban grabados con impuestos que incrementaban en un 20% su costo. Los precios eran prohibitivos, ahora mismo en el mercado hay más opciones para el lector', afirma.
Para llegar a la novela gráfica final, teniendo en cuenta que es un trabajo de largo aliento, se pueden tomar varios caminos: el autor escribe el guión y también realiza la creación visual, todo el proyecto en conjunto surge de una misma cabeza. El libro Maus, de Art Spiegelman (primera novela gráfica en ganar un premio Pulitzer en 1992), refleja este caso.
Otra de las formas es que la editorial, con un guión, trabaja en conjunto con ilustradores para desarrollar el libro. Así fue el proceso de Gabo: memorias de una vida mágica, una iniciativa colombiana.
Un tercer camino son las adaptaciones de obras escritas, sean novelas, ensayos o tratados de filosofía, entre otros. En este segmento, los ejemplos van desde La Ilíada de Homero, pasando por Alicia en el país de las maravillas y también Harry Potter y la piedra filosofal ilustrados. No son versiones abreviadas, estas adaptaciones corresponden a interpretaciones de las obras que son plasmadas con una intención artística propia.
Novela gráfica ‘made in’ Colombia. Una de las experiencias de producción de novela gráfica nacional es la de Gabo: memorias de una vida mágica, de Óscar Pantoja, ilustrada por tres artistas colombianos y realizada por Rey Naranjo Editores.
'El mercado de novela gráfica es muy especializado y esta biografía en cómic sobre Gabo fue nuestra apuesta para el mundo', afirma Carolina Rey, directora de proyectos de la editorial.
La iniciativa le apuntó a una biografía, no a ilustrar una obra de García Márquez. 'Es una biografía no autorizada de Gabo. Nos interesaba contar detalles que mucha gente no conoce de la vida del escritor antes de convertirse en Nobel. La intención también era rendirle un homenaje por su importancia', comenta Rey.
Iniciativas locales
Para el caricaturista Nadim Amín, en Colombia siempre ha existido un afán por contar historias.
'Ahorita mismo lo que se está viendo entre los ilustradores que quieren contar historias y que no tienen el presupuesto para lanzar un libro son los fanzine. Se trata del cómic de bajo presupuesto, no lleva mucho color, es de fácil impresión y puede ser regalado o vendido', comenta Nadim.
En la ciudad, el grupo Club del Cómic Barranquilla realiza, consume y promueve este tipo de publicaciones independientes. Revólver, un fanzine de 2004, realizado por los artistas Carlos Julio Ardila y Carlos García, hace parte de los antecedentes locales.
Leer cómic
Para el autor Moynot, los códigos particulares de los cómic exigen un esfuerzo adicional para su lectura. 'Se ha demostrado por los científicos que la lectura de un libro de historietas necesita más facultades que la lectura de un escrito tradicional'.
Nadim comenta que los comic están hechos para las nuevas generaciones visuales audaces, que vinculan al lector con un experiencia narrativa desde el dibujo.