Medio siglo de vida útil y 600 toneladas de hierro se fueron al fondo del mar en 58 segundos y una fracción, frente a las costas de Punta Iguana, en la ciénaga de Los Vásquez, isla de Barú.
Al vicepresidente de la República, Germán Vargas, tuvo que alertarlo el capitán de la Dirección Marítima, Dimar, Pablo Romero, porque o si no, se hubiera perdido el acontecimiento, por lo rápida que fue la operación realizada por hombres de la Armada Nacional. Fue una acción perfecta, sin ninguna novedad, reportó Romero.
El hundimiento controlado del buque de investigación de la Armada Nacional ARC Quindío -que llamaban, ‘Zapatico’, que tuvo 39 comandantes y que por 51 años llevó el número 156 como su matrícula de identificación- sucedió como en un abrir y cerrar de ojos, pasada la una de la tarde de ayer, en un día de cielo despejado y mar apacible.
Habrá que esperar por lo menos unos cinco años para que esta nave complete en el más allá del océano su nueva misión de convertirse en un generador de vida submarina.
Luego de que las aguas se lo tragaran se escuchó un aplauso en la proa de otro buque de la Marina, desde donde observaron el vicepresidente, el alcalde Vélez y oficiales de la Armada.
A 27 metros de profundidad, el buque se convertirá en un arrecife artificial, que permitirá el nacimiento de flora y fauna marina; servirá de atractivo para los amantes del buceo y, sobre todo, mitigará la presión que soporta el Parque Natural Coralino del archipiélago de Nuestra Señora del Rosario.
Ahora Cartagena cuenta con otro atractivo turístico como lo es este llamado Parque Temático de Buceo, que ayer completó tres arrecifes artificiales, resaltó Vargas.