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El rostro de un ‘Gabo por Dimitris Yeros’ podrá ser visto a partir de las 7:00 p.m. del próximo viernes, en el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, donde se realizará la apertura de la exposición fotográfica del artista griego que captó con su cámara algunos de los momentos más valiosos de los últimos años del Nobel.

Un total de 38 fotografías -a blanco y negro, y a color- ‘hablarán’ de un García Márquez alegre, espontáneo y, por momentos, 'rígido', tal como lo describió en entrevista con EL HERALDO Dimitris Yeros, uno de los primeros artistas griegos en presentar performances, body/video y mail art.

¿Cómo entró en contacto con Gabriel García Márquez?

En una ocasión almorcé con un galerista en Ciudad de México que estaba muy orgulloso porque había conocido a Gabriel García Márquez en un evento social días atrás. Le pedí el número de teléfono y él me dio un número que supuestamente pertenecía a Gabo. Yo llamé pero era una línea no existente. En ese momento estaba haciendo mi mejor esfuerzo para ilustrar con fotografías un libro mío sobre poemas de C.P Cavafis, que antecedió el libro sobre Gabo. Ilustré unos 16 o 17 poemas de Cavafis y como modelos utilicé a algunas personas reconocidas y quería ilustrar uno de los poemas con una foto de Gabo. Le pedí a mi amigo galerista, cuyo nombre es Pablo Goebel, la dirección de Gabo y me la dio. Le llevé a su casa una carta diciéndole que estaba en México y que quería fotografiarlo. En dos horas me llamaron al hotel y me dijeron que al día siguiente podía verme con él a las 12 del mediodía. Me preguntaron que cómo querían que él fuera vestido y yo le dije que podía ponerse lo que él quisiera.

¿Y cómo fue esa primera reunión con él?

Fue en México, en 2006. Fue muy amable, muy cálido, muy amigable, pero cuando empecé a fotografiarlo en el jardín se puso bastante rígido, como un soldado. Yo le dije que se relajara que parecía un soldado. Él me dijo: cómo puedo relajarme si me estás disparando con la cámara. Me dijo también que sabía muy bien quien era yo, porque antes de llegar a la reunión tenía mi radiografía en su escritorio.

Después se lo encontró en Cartagena…

Hace tres o cuatro años vivía en Nueva York -durante seis meses al año-. Fue en la primavera cuando Gabo celebró su cumpleaños en Cartagena, sus ochenta años. En ese momento yo leía un artículo sobre esta ciudad y supe que Gabo estaba allí. Al día siguiente me monté en un avión y me fui a Cartagena con una pintura mía porque él me había pedido una pintura en nuestro encuentro previo. Esta fue la segunda reunión que tuvimos, en el hotel Hilton. La tercera reunión fue nuevamente en México, al año siguiente. Después de encontrarme con él en Cartagena y tener fotos de estos encuentros, pensé que sería bueno tener un libro sobre él, porque yo también solía escribir. Le conté la idea de hacer el libro y a él le gustó. Edité algunas fotos y se las envié, le gustaron. Al año siguiente cuando volví a México lo vi nuevamente y lo fotografié.

¿Qué significó para usted hacer unas fotografías de alguien como García Márquez?

No sé, porque tengo muchos amigos muy famosos. Para mí fue muy fácil. Nunca tengo miedo de fotografiar a alguien. Era un gran admirador de García Márquez, pero también estaba acostumbrado a fotografiar personas así. Jeff Koons, Gore Vidal, Leonardo Padura...

Las fotos son sobre él, hay también fotos sobre la forma en que vivía…

Tengo algunas fotografías de su casa también. Algunas de sus jardines en Cartagena -en el libro-, no en la exhibición. También tengo algunas fotos de México y Cartagena, porque quería mostrar la atmósfera de sus novelas.

¿Hay influencia de Gabo en Grecia?

No, para los autores griegos no creo, pero es muy conocido en Grecia, lo aman, sus libros están publicados allá; Carlos Fuentes y Álvaro Mutis también son conocidos allá.