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A 11 días del anunciado traslado de las cenizas del fallecido escritor Gabriel García Márquez al claustro de La Merced, donde la familia del Nobel y el gobernador de Bolívar Juan Carlos Gossaín habían dicho que reposarían, no se ha movido un solo ladrillo ni removido arena para adecuar el interior de este edificio, que data de los tiempos de la colonia.

El anuncio de que las cenizas de Gabo se quedarían en Cartagena la hizo con bombos y platillos el gobernador Gossaín, en agosto pasado, tras llegar a un acuerdo con Mercedes Barcha, esposa del Nobel, y sus hijos.

El claustro –que es de la Universidad de Cartagena y donde funciona el Instituto Internacional de Estudios del Caribe, el Instituto de Política Públicas, Regional y de Gobierno, la Vicerrectoría de Investigaciones, el Centro de Posgrado, el Observatorio Financiero y sus aulas se destinan a la formación de posgrado– en estos momentos se encuentra igual a hace tres meses, cuando se dio la noticia al mundo.

En la plaza central, donde se colocará un busto del escritor de Aracataca y un recipiente con sus cenizas, no hay un solo vestigio de que se pudiera realizar la ceremonia, como se había planeado para este 12 de diciembre.

Una vocera de la universidad explicó que los diseños de las obras en el claustro fueron realizados por la arquitecta María Patricia Martínez, por recomendación de la misma familia del Nobel, y que estos apenas fueron recién aprobados por las autoridades nacionales y locales que manejan los monumentos y el patrimonio histórico.

La explicación de que no se haya realizado una sola refacción es que sin este diseño y la autorización de los organismos de cultura no se podía trabajar. Y esto acaba de suceder, literalmente hablando, unas semanas atrás.

El proyecto, según explicaron en la universidad, es bastante ambicioso e incluye bienales, la creación de la cátedra sobre Gabo, biblioteca del Nobel y un recorrido por la vida del novelista. La inversión anunciada es de unos $450 a $500 millones.

Fuentes cercanas al proceso dijeron que conocen de unos acercamientos con la familia de García Márquez para tratar de aplazar el desplazamiento y colocación de las cenizas del escritor en el claustro.

EL HERALDO intentó hablar con el rector de la institución, Édgar Parra, pero se encontraba fuera de la ciudad y su teléfono enviaba directamente al buzón de mensajes. Asimismo, el encargado del alma máter, Federico Gallego, estaba en un Consejo Académico.

En agosto, en una sesión extraordinaria del Consejo Académico, el rector Parra aseguró que el patio principal del claustro iba a ser intervenido para alojar las cenizas de Gabo. Y que el proyecto contemplaba una especial ornamentación, iluminación y arborización 'para crear un espacio idóneo que permita su exposición y visita'.

'Al interior del patio se le hará una adecuación para ponerlo en forma con lo sobrio y lo que significa tener las cenizas y el busto del Nobel en este escenario académico', dijo esa vez el rector de la Universidad de Cartagena.