La fecha que conmemora el día en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María continúa siendo una tradición para muchos de los hogares de la región Caribe colombiana.
Aunque no todos lo celebran como un acontecimiento religioso, la mayoría de familias aprovechan la ocasión para darle la bienvenida a la Navidad, y disfrutar por primera vez de los alumbrados en las calles, que simbolizan la época decembrina.
César, Bolívar, Sucre, Atlántico, Magdalena, Sucre, Córdoba y La Guajira son departamentos en los que la preservación de las costumbres ha logrado arraigar esta tradición decembrina, en la que las familias se reúnen para prender velitas.
La oscuridad de la noche, adornada con diferentes colores provenientes de las velas y faroles, y la comida típica de la época navideña, será el escenario en el que cientos de caribeños disfrutarán junto a sus familias, de uno más del tradicional Día de las Velitas en la región Caribe, que se posiciona como uno de los territorios del país que más relevancia le da a la fecha.
Cartagena. La celebración del Día de las Velitas es una de las más esperadas de la época navideña en la capital bolivarense. Desde semanas anteriores los vendedores hacen su ‘agosto’ en diciembre, ofreciendo velas, faroles, y hasta juguetes luminosos, que son preferidos por los pequeños. Es una fiesta de las familias, de los vecinos y de los niños, que desde las 3 a.m. empiezan a abrir las puertas de sus casas para iluminar las terrazas con coloridas velas. Un caliente y delicioso chocolate con pan, que es compartido entre todos vecinos, tampoco puede faltar en esta tradicional celebración caribeña.
Sincelejo. En la capital del departamento de Sucre, la fiesta de velitas, que es conmemorada entre la noche de hoy y la madrugada de mañana, es muy tradicional. Las familias se reúnen en sus casas y, en conjunto con los niños y jóvenes, se preparan para encender las velas que se ponen en las terrazas de sus viviendas, desde las primeras horas de la noche. En el corregimiento Palmira, en el municipio de Toluviejo, las entradas de las viviendas son adornadas con varios faroles de igual forma, color y tamaño, y al anochecer, las familias se reúnen a disfrutar del paisaje lleno de luz, que les permite apreciar la noche de velitas.
Riohacha. Como es tradicional en el Día de las Velitas, el cual le anuncia a los guajiros la lleva de la Navidad, los ciudadanos se levantan en la madrugada a encender las velas dentro de los faroles, en las puertas de sus casas. Para este territorio de la Región Caribe, la fecha se celebra con el fin de rendirle un homenaje a la Virgen María y su Inmaculada Concepción. Aunque este año no hay mucho alumbrado navideño en el Departamento, los niños y adultos visitan el muelle turístico de Riohacha, que es el único lugar público que se encuentra iluminado. En esta ciudad no hay una programación especial para celebrar el día.
Santa marta. La celebración de las velitas en el Magdalena se realiza durante dos días. Aunque en años pasados la tradición era levantarse por la madrugada del 8 de diciembre, encender las velas y poner los faroles en el borde de las aceras, hoy que las familias se levanten en la madrugada a encender las velitas parece ser cosa del pasado. Son contadas las personas que conservan la tradición, por lo que desde las 7 de la noche de hoy, las velas se encenderán en las terrazas de las viviendas magdalenenses, en donde a las 11 p.m. sus moradores se acuestan, dejándolas encendidas hasta el amanecer de mañana, 8 de diciembre.
Valledupar. Cada año y antes del amanecer, los vallenatos salen a las terrazas de sus viviendas el 8 de diciembre para encender las tradicionales velitas. Esta fecha se convierte en un espacio de integración familiar, donde la gente comparte con sus allegados el comprar, adornar y ver encendidas las velas dentro de los faroles. 'Es una tradición. Cada 8 de diciembre a las 2 a.m. nos levantamos con los niños a encender las velas', contó Enrique Blanco, habitante del barrio San Martín. El Día de las Velitas, que se celebra en homenaje a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, se conserva en Valledupar como una tradición.