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Si hay un pueblo de la historia literaria que desde su creación se ha intentado reconstruir en la geografía, es Macondo, la invención más famosa de Gabriel García Márquez en su libro Cien Años de Soledad.

Lo que a muchos se les escapa de la mente es que ese territorio se convierte en realidad cada año, durante el Carnaval de Barranquilla. Y, la reina de la festividad de 2016, Marcela García Caballero, lo sabe bien, por eso está dispuesta a demostrar al mundo que 'Macondo sí existe y está más vivo que nunca'.

Parece mágico un lugar donde las mariposas amarillas persiguen a una persona, donde puede llover seguido más de cuatro años o donde la belleza de una mujer es capaz de matar al hombre que ose mirarla. Pero esa fantasía es solo el espejismo de lo real; las historias que convirtieron a García Márquez en el primer Nobel de Literatura colombiano, siguen arraigadas en los barrios típicos costeños, según afirma la soberana.

'Ese mundo se puede encontrar en las anécdotas, en las mujeres, en la violencia, en la santería, en las personas', expresó Marcela convencida de que a ella la persigue ese realismo mágico de Macondo, que también ve materializado en su familia. 'Como Úrsula Iguarán, un día mi abuelo se levantó diciendo que ese día se iba a morir, y se murió', contó. Con ese acercamiento personal ella quiere probar en las carnestolendas que el imaginario de Gabo es real en la cultura caribeña.

'Por fortuna, Macondo no es un lugar, sino un estado de ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver y verlo como quiere', dijo alguna vez García Márquez. Y tenía razón; los barranquilleros lo sienten cada año, en una época donde el tiempo se detiene en una fiesta que dura cuatro días seguidos. Marcela lo explica en palabras más sencillas, 'es en el Carnaval donde la mayoría de las cosas locas pasan'.

Los bailes de grupos folclóricos, los rituales de la muerte, los disfraces individuales, las letanías y la forma de festejar. En esos escenarios el Caribe se ve manifestado en todo su esplendor, el mismo que describió la imaginación de Gabo; con todo y sus tintes fantásticos, las escenas de sus obras reflejan la idiosincrasia de una región.

Macondo en cada rincón

Esa perspectiva de la vida la comparte la soberana de la tradicional celebración, y es la que va a implantar en su reinado. En cada espectáculo y en cada detalle de su Carnaval, como en la coronación, la carroza de la Batalla de Flores y los vestidos de sus presentaciones, sorprenderán con un diseño alusivo al mundo de Gabo. Ese será el factor diferenciador que Marcela le dará al Carnaval de 2016.

La ‘gozadera’ que esta soberana ha impulsado desde su elección, es la preparación de una temporada donde la gente hace lo que en otro momento no haría, 'donde Macondo es más Macondo'. La reina espera concentrar las manifestaciones artísticas de toda la región en un solo escenario: Barranquilla. 'Será la meca de la tradición costeña de Colombia. En su espectáculo el río Magdalena será protagonista, por la importancia que tuvo al ser el medio por el que navegaron las culturas de esta zona del país hasta encontrarse en una sola'.

Cuando hace siete años tomó en sus manos por primera vez Cien años de Soledad, la soberana supo que algún día iba a escribir sobre el libro. 'Con cada palabra que leía me daba cuenta que estaba leyendo la historia de mi propia familia, sobre todo, la de mi abuela. En Úrsula la vi a ella, con su indiscutible autoridad, su inquebrantable fortaleza, su vocación por la familia unida y su insaciable generosidad. Pero también en versiones de Aurelianos y José Arcadios', indicó.

Describiendo a su pueblo

Influenciada por lo antenior, Marcela le dio vida a Historias de mi pueblo, un escrito de aproximadamente 120 páginas que recopila 10 crónicas de personajes, situaciones y experiencias macondianas de la actualidad. Con este trabajo de tesis de más de un año de investigación, la reina se gradúo de comunicación social el pasado 20 de octubre, en la Universidad Javeriana de Bogotá.

En un recorrido por los pueblos de la costa, desde el norte en La Guajira, hasta el sur en Córdoba, Marcela encontró 'diez relatos que muestran la cara de una cultura tan supersticiosa como matriarcal, de personajes que contagian con su pasado a cualquiera, de situaciones que intentan probar que Macondo palpita a medida que se adentra en el calor de la Costa Caribe', sostiene.

Entre los textos resalta el papel de las mujeres, que tiene claro que, aunque parezca lo contrario, son la fuerza de cualquier hogar y las que 'mandan' en la casa. Encontró a tres Úrsula Iguarán, el personaje del libro que evidencia la visión femenina del Nobel. Una en Mompox, Bolívar; otra en El Piñón, Magdalena; y la principal, en su abuela Bertha Pérez.

El Carnaval es la continuidad de esa pasión que despierta en ella el Caribe y las obras de su escritor favorito. 'Voy a mostrarle a toda Colombia y al mundo de qué estamos hechos los caribeños', expresó Marcela refiriéndose a las fiestas.

Y concluyó con la pollera bien puesta, que 'con lo que voy a hacer se van a generar críticas, algunas buenas, otras no tanto. Pero quiero que en el Carnaval esté reflejado lo que soy, porque lo más importante de todo es ser auténtica, y eso es lo que estoy tratando de hacer'.

Un bando mágico

El primer evento oficial de la temporada de precarnavales que comandará Marcela será el Bando. Al igual que en los demás eventos que presidirá, la soberana carnavalera hará de este un espectáculo en el que la magia macondiana será la protagonista.

El primer elemento que evocará la fantasia de Gabo será su vestuario. Diseñado por Alfredo Barraza, el traje para la lectura de los decretos de Marcela honrará a Macondo por medio de una amplia paleta de colores y brillantes, que también 'son muy representativos de Barranquilla'.

Además de revivir el mundo fantástico de Gabo, otra de las novedades que traerá el Bando 2016 será su realización en simultáneo desde tres sitios claves de Barranquilla. El primero será la Plaza de la Paz, en la que se llevará a cabo el show central, mientras que en el parqueadero del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez y en el parque del barrio Nueva Granada se estará viviendo el espectáculo a través de pantallas gigantes, a la espera de la llegada de la soberana.

La forma en cómo se trasladará Marcela de un lugar a otro aún no se ha definido. Según la reina, se ha pensado en utilizar una camioneta o hasta un helicóptero. Sin embargo, la segunda opción 'es poco probable por el aterrizaje'.

'Aún estamos analizando las rutas y las posibilidades. Lo que sí es seguro es que mi traslado se realizará con la ayuda de la Policía Metropolitana', afirmó Marcela.

Los decretos carnavaleros que se conocerán en este evento, que la soberana lleva ensayando desde septiembre, están siendo elaborados por el puño y letra de la reina, con la ayuda de su coreógrafo Pedro Díaz. 'En los ratos libres agrego o quito palabras del Bando, con la ayuda de Pedro. Escribirlo me ha generado aún más cercanía con este espectáculo', aseguró la carnavalera.

Esta versión de la Lectura del Bando se realizará en honor al legado musical de los maestros Alci Acosta y Dolcey Gutiérrez.

‘Historias de mi pueblo’

Fragmento de la crónica ‘Río de Historias’ de Marcela García caballero.

'Fue como si la ciudad entera se paralizara para ver un espectáculo', cuenta Raúl Meola, con su imponente voz capaz de acaparar la atención de cualquiera, sobre aquella triste tarde en la que vio al David Arango, el último gran barco de vapor que navegó sobre el Río Grande de la Magdalena, arder en llamas.

A primera vista, Magangué, Bolívar, con su calor asfixiante que derrite el asfalto, su penetrante olor a pescado de ventas callejeras, su caos vial y una enorme contaminación visual, parece que lleva a la boca del infierno, pero una vez sobrepasas esa terrible fachada, encuentras una ciudad con un mundo de historias y lleno de magia.

Raúl Meola está sentado en la sala de conferencias esperando que sus amigos del alma, Alfredo Amín y Ramón Viñas, lleguen para iniciar su habitual tarde de tertulia.