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Robinson Díaz es un rostro familiar en la televisión y el teatro colombiano. Sin embargo, también ejerce, desde hace varios años, otra faceta: la de caricaturista, bajo el seudónimo de Picho & Pucho.

El actor habló con EL HERALDO sobre el oficio de criticar el acontecer del país a través de dibujos, a propósito de su visita a Barranquilla como uno de los invitados del X Carnaval de las Artes. Mas de 40 caricaturas del artista serán expuestas en la Facultad de Bellas Artes durante el evento, que se realizará del 21 al 24 de este mes.

P Mucha gente lo reconoce como actor, pero también ejerce como caricaturista, ¿cómo nació ese gusto por el humor gráfico?

R. Tuve la inquietud por dibujar desde pequeño. Mi mamá me inclinó mucho hacia la pintura, siempre he tenido ataques por el dibujo. Antes de estudiar mi carrera como actor hice unos semestres de arte visuales en la Universidad de Antioquia, pero me decidí por la actuación. Los primeros dibujos eran más abstractos y acompañaban artículos de temas libres. Cuando me vine a estudiar a Bogotá empecé con Picho & Pucho, desde entonces he trabajado con varios medios como el periódico de Envigado El Señorial, luego en El Mundo de Medellín, estuve en El País de Cali y después en El Espectador, donde actualmente se publica.

P ¿Qué temas abordó en las primeras piezas de humor gráfico que publicó en medios nacionales?

R La política nacional porque es la que merece más críticas. La política es finalmente la que toma las decisiones que nos afectan, hacia allá fueron dirigidos los primeros dardos. Me tocó en ese tiempo la época de Pablo Escobar, reinados, el apagón en el gobierno de Gaviria... Lo triste de todo es que se siguen repitiendo las mismas pendejadas. Lo que ha cambiado es que ahora hay celulares, pero es la misma estupidez.

P ¿Qué debe tener una buena caricatura?

R. Humor y dibujo. Primero hay que tener el tema porque uno puede ser muy buen dibujante, pero lo gráfico no compensa el contenido. Conozco buenos columnistas que dibujan muy mal y dibujantes muy buenos que no saben escribir. Es una lucha para que el paquete tenga todo incluido y eso es difícil de lograr. En ese proceso he tenido como referentes a Fontanarrosa, Quino, Palomo, un caricaturista conocido como Kekar, otro llamado Yayo, que es colombiano, entre otros.

P ¿Cómo combinas la faceta de actor con la del caricaturista?

R Saco tiempo para hacer caricatura paralelo a mi carrera de actor, a veces es complicado por el tiempo. Se requiere dedicación, concentración, estar pendiente de lo que pasa en el mundo. Me gusta el humor y en la caricatura expreso lo que a nivel actoral o teatral no puedo decir. Es un pequeño lugar, en una hoja de papel, en la que cuento cosas que no se pueden decir de otra forma, ni con la voz, ni con el cuerpo. Esa contundencia a veces se logra, uno siempre está en la lucha por conseguirla. Me gusta, me encanta la simplicidad de una caricatura.

P ¿Qué temas tienes pendiente por plasmar en esa crítica gráfica?

R. El tema ecológico, el que tiene que ver con nuestros recursos naturales, el agua, el petróleo, la minería. La búsqueda descarada de unos pocos que, para hacerse ricos, destruyen los recursos naturales. La búsqueda del oro es una cosa cochinísima, la contaminación en el río Magdalena y la deforestación. Ahora con el fenómeno de El Niño encontraron a quién achacarle las culpas de todo, cuando el fenómeno es un resultado de la deforestación. Ese es un tema que me preocupa.

P Si le tocara elegir entre la caricatura y actuar, ¿con qué se quedaría?

R Yo evitaría la dicotomía, no podría elegir porque son dos cosas que hacen parte de mí. Mucha gente dice 'este señor que es actor ¿por qué hace esto?', y es que yo soy también un ser político que vive en este país y me gusta opinar, lo hago porque me da rabia lo que pasa, por eso es también un pequeño grito.

P ¿Qué podrán apreciar los visitantes al Carnaval de las Artes del relato gráfico que propones?

R Me siento muy honrado de esta invitación de Heriberto Fiorillo. En la exposición que llevo al Carnaval de las Artes hay caricaturas sobre los políticos costeños, críticas sobre la compra de votos, la trashumancia, el Carnaval, entre otros temas de lo que hemos vivido durante estos últimos 15 años. Creo que la gente que vea el material y se va a reír, son dibujos ácidos que van a disfrutar.