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En la cinta Intensamente, estudios Pixar le puso rostro, voz y protagonismo a las emociones y aunque, en la vida real, la tristeza no es azul, ni la alegría amarilla, es innegable el impacto de estas conductas en la cotidianidad. Por esta razón, expertos en neurosicología explican el entramado fisiológico y las funciones que cumplen las principales emociones humanas.

Siempre nos encontramos experimentando algún sentimiento, para el psicólogo Jorge Palacio 'somos emociones' y estas, como tal, se alojan en todo el cuerpo, aunque las sensaciones se expresen en puntos específicos.

'Al sentir miedo las reacciones de cada persona son distintas, algunas se paralizan, otras se aceleran, puede generar náuseas para algunos o no; todo parte de una comunicación entre neuronas que trasmiten estas cargas emocionales a todo el cuerpo', describe el psicólogo.

El neuropsicólogo Antonio Amarís explica que todo el proceso señalado por Palacio inicia en el cerebro, específicamente el sistema límbico o el cerebro emocional –integrado por el tálamo, hipotálamo, el hipocampo y la amígdala cerebral– que está relacionado también con la memoria.

'No nos enamoramos con el corazón, el amor es una experiencia neurológica, específicamente amamos con el sistema límbico', afirma Amarís, y explica que en esta zona se activan los estados emocionales y también sirve de sustento para la formación de los recuerdos.

Mientras que el amor hace de la vida un paraíso, la rabia se ‘cocina’ desde la amígdala cerebral, que también está relacionada con el miedo. Estas emociones en extremo se pueden tornar dañinas.

'El sudor, la taquicardia, se aumenta la circulación sanguínea, todos estos síntomas si son habituales pueden deteriorar el organismo. Es lo que se conoce como somatizar los estados emocionales', describe el neuropsicólogo.

A continuación, otras curiosidades de lo que pasa en el cuerpo mientras sentimos

Alegría: Estimula la creatividad, es una activación general que provoca que no podamos estar quietos. Contrario a la rabia y el miedo no es una sensación tóxica, está científicamente demostrado que estar alegre aumenta las defensas del organismo y beneficia la salud.

Rabia: Si no se manifiesta la rabia, tiende a acumularse y puede tornarse tóxica. Esta emoción responde a un instinto protector y de adaptación. Las sensaciones físicas se pueden concentrar en las vísceras y en los brazos y piernas como respuesta al impulso de atacar.

Amor: Mayor nivel de endorfinas, reducción en los niveles de cortisol, incremento de la producción de dopamina, ocitocina y norepirefina, entre otros, hacen parte del coctel hormonal que libera el amor y que produce estados de satisfacción y placer. Esta emoción ayuda a la formación de vínculos afectivos desde el nacimiento, los cuales son necesarios para que se desarrolle una buena salud desde niños.

Tristeza: Ayuda a reparar las pérdidas de seres queridos o experiencias traumáticas. En ocasiones, la sensación física puede ser la de respirar con dificultad. Expertos alertan que si se prolonga este estado por mucho tiempo se cae en psicopatologías como la depresión.

Miedo: La principal función del miedo es la de la protección. Los síntomas que provoca suelen ser taquicardias, sudoración, palpitación, boca seca, temblores, una excitación general que pone al cuerpo alerta, genera confusión o una respuesta de huir de algún peligro.