Galeras es de los municipios que desde principio de año inicia con el pie derecho sus festividades, decenas de personas se congregan a ver los populares cuadros vivos, una expresión artística declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Nación y que describe al lugar como 'el teatro a cielo abierto más grande del mundo'.
Cada vecino tiene su función: quienes hacen los cuadros, quienes los idean, los actores, el vestuario y los maquilladores; la mayoría dice haber aprendido porque 'desde el vientre' han hecho parte de esta tradición.
Luisa Luna, habitante de Galeras lo confirma. 'Cuando mi mamá estaba embarazada participé en un cuadro vivo y todos en la familia nos gusta esto y amamos esta hermosa tradición'.
Por su parte Óscar Cardozo Galé lleva más de diez años prestando su asesoría en la parte de maquillajes, algo fundamental en especial en los cuadros vivos experimentales. 'Mi trabajo es clave para un cuadro vivo, lo hacemos desde la mañana y desde las cuatro de la tarde de cada día se hacen los retoques finales', expresó.
Hay cuatro categorías en la que pueden participar: tradicionales, religiosos, experimentales y de actualidad, estos últimos son los que más llaman la atención a los asistentes, principalmente aquellos que vienen de otras ciudades.
Una de las personas creadoras y conocedoras de los cuadros vivos es el maestro Ciro Iriarte, quien manifestó que 'un cuadro vivo se hace con lo que se tiene en la mente, en el bolsillo y el corazón'.
En cada cuadro pueden invertir hasta 500 mil pesos, sin incluir vestuario y maquillaje, que por lo general lo tienen los actores. La organización les da un aporte de cerca de 200 mil para su realización.
En el marco de este evento, único en Colombia, la gobernación de Sucre homenajeó a tres mujeres que se han dado a conocer en el ámbito cultural por ser vigías de la tradición de los Cuadros Vivos de Galeras: Ligia Castro Martínez, la homenajeada del año, Gloria Triana y Olga Lucía Roldán.
Triana, galerana por adopción, ha hecho su aporte para que este evento sea reconocido nacional e internacionalmente. Cautivada desde el primer momento con este arte, vuelve cada año a esta tierra con amigos y familiares, entre ellos artistas, periodistas, actores, políticos y documentalistas, que ayudan a la difusión del festival.
Una de las fieles acompañantes de Triana es la artista plástica y fotógrafa Olga Lucía Roldán, quien ha documentado este arte efímero con más de 10 mil fotografías.
Las artistas preparan un libro que recopila imágenes de los cuadros vivos con la intención de impulsar la difusión de esta bella tradición.