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Con música de Joe Arroyo, generada por un mini componente, y la compañía del rey Momo Lisandro Polo, un equipo de producción ajusta los últimos detalles de las carrozas giratorias y con movimientos que durante la Batalla de Flores deleitarán a los curramberos y visitantes.

'La carroza en la que yo estaré lleva tambores, haciendo alusión a la herencia que hemos recibido de los africanos. También tiene un sistema de seguridad muy adecuado, porque no solo estaré yo, sino también mi agrupación', aseguró el Momo mientras aplicaba un poco de pintura en los labios del tamborero construido por Rubiel Badillo.

Más de 100 personas, entre diseñadores, artesanos, artistas plásticos y pintores, han estado trabajando para que estas obras de arte estén terminadas dentro de diez días. Un letrero en una de las puertas de las bodegas, ubicadas sobre la Vía 40 con 85, les recuerda diariamente cuánto tiempo les resta para la gran entrega.

Láminas de icopor, cajas de cartón, papel maché, cortes de madera, varillas de hierro y mucho pegante han sido utilizados nuevamente para dar vida a las 20 carrozas, que miden entre seis y siete metros de altura.

Roy Pérez, diseñador y constructor de la carroza ‘Joe, rey del son’, durante la jornada del miércoles terminó los detalles del rostro del hijo adoptivo de Barranquilla. 'Quise hacerle un homenaje a Joe porque él es nuestro cacique africano. Por eso lo retraré en forma de rey, lleno de plumas y en forma de fantasía', aseguró.

Según el artista, la magia de esta carroza está en los movimientos que tendrán sus manos, las cuales inicialmente cubrirán su cara y, al abrirlas, sorprenderá con dos bailarinas. 'En las palmas de sus manos aparecerán dos chicas de color blanco y negro, para hablar de la igualdad de razas que tanto promulgaba el Joe', dijo.

Este año, estudiantes de las Casas Distritales de Cultura también se hacen unido a la elaboración de carrozas, como Vanessa Gamez, quien es una de las pocas mujeres que trabaja en las bodegas.